Puente eleva a «más de 6.000 millones» el coste de transferir y rescatar la AP-9
El ministro de Transporte, desde Lugo, había hablado hace 15 días de 4.000 millones. «Si alguien pone el dinero, nosotros encantados», frivoliza
PPdeG y BNG coinciden en reclamar su falta de «rigor» y en que presente un estudio que respalde sus palabras; el Bloque demanda un segundo informe a la Xunta, que los populares descartan
SANTIAGO
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Iniciar sesiónYa no son 4.000 millones de euros. Ahora son «más de 6.000 millones». Y el Ministerio de Transportes «no tiene» esa cantidad. Su titular, Óscar Puente, elevó este viernes la cuantía que supondría al Estado cumplir con las demandas de Galicia de transferir ... y rescatar la AP-9, doblemente avaladas esta semana por el Congreso, frente a la que él mismo dio también en la Cámara Baja. Y sólo quince días atrás. Entonces habló de 4.000 millones de euros, que ya advirtió de que eran inasumibles.
Este viernes insistió en que finiquitar la concesión, en manos de Audasa hasta 2048, supone eso, 4.000 millones. Pero añadió que transferir las competencias equivale a «entre 1.260 y 2.600 millones». Total: más de 6.000. Para más inri, lo dijo no en Madrid, u en otro punto de España, sino en la Comunidad, en Lugo, donde anunció que la nueva estación de tren estará lista en 2025. También que el tramo Melide-Palas de Rei, de la A-54, se abrirá al tráfico un poco antes, a finales del año en curso.
A modo de guinda, todo a preguntas de los medios de comunicación, se permitió frivolizar sobre la reclamación unánime del Parlamento de Galicia (PP, BNG y PSOE) de que sea transferida la infraestructura para que la gestione la Xunta, y se acabe de paso con los peajes. «Si alguien pone el dinero, y nos dice de dónde sale», soltó, «nosotros encantados de rescatarla y transferirla». Y en su estilo socarrón, apostilló: «Esos son los costes. Para pedir nos apuntamos todos, pero hay que ser conscientes de cuáles son las consecuencias de la petición». Y aún apostrofó: «A partir de ahí, que saque cada uno sus conclusiones». La frase, por genérica, incluye también a José Ramón Gómez Besteiro; el secretario general del PSdeG, que no faltó al acto en su ciudad, prometió en campaña, y ha repetido con insistencia desde entonces, que aboga por una Autopista del Atlántico gratuita. El ministro de Transportes no deja de desacreditarlo.
Sin «credibilidad»
A modo de efecto colateral, logró Puente algo nada sencillo: poner de acuerdo a BNG y PP. Preguntados ambos portavoces parlamentarios, en el Pazo do Hórreo, por las declaraciones del exalcalde de Valladolid, que se acababan de producir, la nacionalista Ana Pontón replicó que «la credibilidad del Gobierno y del ministro» quedan «en entredicho»; acusó a Puente de «debilitar» al Estado ante una hipotética negociación del rescate, y de dar la sensación de estar «defendiendo los intereses de [la concesionaria] Audasa». El único diputado de su partido en el Congreso, Néstor Rego, añadió, a su vera, que «aquí es donde se demuestra la seriedad y rigor con la que el ministro de Transporte aborda» este asunto.
«No llevo nada suelto», 'disparó' con retranca el popular Alberto Pazos, en respuesta al «si alguien pone» los 6.000 millones de Puente. Cantidad que, criticó, «va incrementándose según se incrementan los nervios del ministro», de quien dijo que su «rigor» resulta «francamente mejorable». El salto de más de 2.000 millones, añadió, frente a la cantidad que él mismo había dado –en contestación, precisamente, a Rego– «supera las previsiones más negativas de inflación del propio Gobierno», ironizó.
No es en afear los vaivenes de Puente en lo único que demostraron coincidir PP y BNG: ambos instaron a Transportes a elaborar y divulgar un estudio –«serio y minucioso», refirió Pazos– sobre el coste de transferir y rescatar la AP-9 que dé respaldo a las declaraciones del ministro, que se limita a, vagamente, afirmar que la cifra se la dieron los técnicos del ministerio. Aunque hay una discrepancia, y no menor: los nacionalistas instan a Alfonso Rueda a presentar, por su parte, un segundo informe, y remitirlo al Parlamento. Para, de paso, «contrastar» conclusiones. El PP considera que «no tiene demasiado sentido», por tratarse de una infraestructura estatal. Que «cada uno haga frente a sus obligaciones», sin castigar los «bolsillos» de los gallegos, zanjó Pazos.
Sea como fuere, el Bloque quiere que los «cálculos» del coste que va blandiendo Puente se hagan sobre el beneficio, y no sobre la recaudación, en virtud, dijo, de la Ley de Contratos. Los nacionalistas citaron a Ana Pastor, exministra de Fomento, dando la misma cifra de 4.000 millones, para meter a unos y otros en el mismo saco. «Se alternan en discriminar a Galicia», criticó la portavoz frentista.
Retrasos
Preguntado también por la prensa, Puente –que, dicho sea de paso, sí invita a la Xunta a sus actos; asistió al de Lugo el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo– justificó que Renfe haya revisado al alza su política de puntualidad, culpando a la «competencia». «Estamos en el año 2024, la realidad de nuestra alta velocidad, hoy, es completamente distinta», dijo, de ahí que su «compromiso» se haya igualado al resto de compañías que dan servicio; y, reivindicó, «sí devolvemos el 100% del billete en efectivo». La Xunta criticó esta semana que los Avril salen a incidencia diaria.
Irónicamente, el ministro llegó este viernes con retraso, pero por carretera, por un problema «justo» en el tramo en obras. «Ha habido un accidente», aclaró.
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