El PSdeG confía en mantener el músculo local el 28-M pese al voto de castigo a Sánchez

Vienen los socialistas gallegos de celebrar un Comité Nacional donde casi tres de cada diez listas para las municipales quedaron pendientes de ser cerradas; donde Valentín González Formoso, secretario general, llamó a los suyos a «remangarse»; pero, sobre todo, después de que el líder socialista despejara la incógnita y confirmara que, como se esperaba, vuelve a concurrir en As Pontes, uno de los feudos que el partido aspira a retener otros cuatro años. Las consultadas fuentes se ven en condiciones de «consolidar la posición» del PSdeG «como un partido hegemónico en el ámbito municipal», «con una gran implantación territorial»; creen factible «seguir gobernando a más de la mitad de la población» gallega.

A pesar lo alto que dejó el listón la convocatoria de 2019, los socialistas transmiten que su musculatura local no ha perdido tono. Se sienten avalados por el trabajo de los últimos cuatro años. Los alcaldes del PSdeG, dicen, «gestionan bien la proximidad» y los «servicios públicos», tanto en pueblos pequeños, como en villas, como en las ciudades. De puertas afuera, al menos, trasladan que no hay temor a perder un botín en el que destacan las alcaldías de La Coruña, Santiago, Ferrol, Lugo y Vigo, cinco de siete; y las diputaciones de La Coruña, Lugo y Pontevedra, tres de cuatro. «Estamos en condiciones de competir», repiten las referidas fuentes.

Las encuestas que se han ido divulgando no son precisamente halagüeñas para los intereses del socialismo gallego y sí sonríen al PPdeG. «La mejor encuesta es la del 28 de mayo, cada cual echará sus números», rebaten en el PSOE. Sondeos que dibujan una mayoría absoluta para José Manuel Rey en Ferrol, sitúan cerca a Elena Candia en Lugo y restan apoyos a Inés Rey en La Coruña y, especialmente, a Xosé Sánchez Bugallo en Santiago. El regidor compostelano se ha visto obligado a cambiar cuatro de los diez primeros puestos de su lista y recuperar, como 'tres', al senador Xaquín Fernández Leiceaga. Pero en el PSdeG no solo alejan el pesimismo: son hasta ambiciosos. Además de conservar lo ganado en el 19, ven «incluso una oportunidad abierta en Orense», donde «va a estar todo muy igualado». En Pontevedra sí conceden que «la dificultad es mucho mayor» y, lejos de aspirar a «arrancarle la alcaldía» a Miguel Anxo Fernández Lores, hablan de obtener «más respaldo» con un «proyecto de presente, pero también de futuro». Algo similar sucede con Manuel Baltar y la Diputación de Orense: no se da por imposible, «pero somos conscientes de la dificultad», dicen.

Fuentes del PPdeG explicaron a este diario que de sus sondeos internos se desprende que un 20% del voto, el 28-M, será en clave nacional; y, más concretamente en clave «echar a Pedro Sánchez». «Los ciudadanos diferencian absolutamente cada elección y votan en clave de municipales», rebaten las fuentes del PSdeG consultadas. Al tiempo, no niegan una evidencia: que los resultados del 19 «tenían mucho que ver con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno de España» un mes antes, con el consiguiente tirón en todo el país; y dan por «descontado» que «el PP puede recuperar» terreno tras sus «resultados desastrosos» de hace cuatro años.

Pero su lectura, dentro de una «polarización clara» entre las posiciones de PSOE y PP en toda España, es que en este 2023 se está «volviendo a cierta estabilidad» en el tablero político, superada ya la fase de las Mareas y los vaivenes en los grandes partidos. Y que esto servirá para atemperar y que no haya «grandes alteraciones». Por más que queden 11 largas semanas, en las que seguirán coleando el Tito Berni y las rebajas de penas a agresores sexuales. Están acostumbrados, desdeñan en el PSOE gallego, a que el PP haga «campañas de suciedad».

Caso aparte es el fuego supuestamente 'amigo'. El anterior secretario general, Gonzalo Caballero, alertaba el viernes del riesgo de «retroceder a etapas anteriores» y reclamaba acertar con el «rumbo». El PSdeG de Formoso insiste: están en condiciones de competir y de no ceder terreno: «Salimos con un buen bagaje detrás».