La mudanza poco 'friendly' del PSOE en el Parlamento de Galicia

No está siendo una mudanza 'friendly'. Según pudo saber ABC, los socialistas no han puesto precisamente facilidades. No hay nadie con galones dando instrucciones. No está el portavoz, José Ramón Gómez Besteiro. Su mano derecha, Lara Méndez, se ha ido a dar la rueda de prensa del día a Monforte de Lemos. A primera hora de la mañana se dejaban ver Patricia Iglesias y Carmen Rodríguez Dacosta, además de Julio Torrado -que ya no es diputado, pero sigue colaborando- y Aitor Bouza, líder del partido en Santiago. Pero en seguida se marcharon, después de darle rango de normalidad al asunto. Julio Abalde se dejó ver sobre las 11.30, pero de modo fugaz.

Los cuatro trabajadores de la empresa de mudanzas, contratados para hacer el trasvase, tienen indicación de ir moviendo pertenencias, pero poco más. A diferencia del lado del BNG, donde sí hubo previsión. Una cosa es mover cajas y otra saber a dónde. A falta de instrucciones, los operarios, que llegaron temprano, a las 8.30, van apilando como pueden. En el PSOE ni confirman ni desmienten que se dio indicación de ir guardando pertenencias en cajas poco antes del pasado fin de semana.

En medio de cierta confusión fácilmente evitable, el pasillo, que funciona como suerte de aguas internacionales, se han ido apilando cajas, un sofá, sillas y demás mobiliario. Hay que trasladar impresoras, microondas, macetas. En el desalojo socialista hay periódicos viejos apilados en armarios, aparecen hasta folletos del Xabarín. Los operarios van y vienen. Barruntan que no quedará resuelta la mudanza este lunes, ni siquiera por la tarde. Los rótulos generan confusión para el observador desprevenido, porque de pronto Olalla Rodil, viceportavoz del Bloque, accede al espacio que venía ocupando el PSOE. Los trabajadores cruzan de un lado a otro para reubicarse.

Los cambios nunca son sencillos, y más cuando acaban con un statu quo de dos décadas y visibilizan la pérdida de representatividad, como le pasa al PSOE en O Hórreo. Han pasado de 14 a 9 actas, mientras el Bloque subía de 19 a 25. Ya la pasada legislatura tenía más sentido que el Bloque ocupase 300 metros cuadrados, y no 250, después de su subidón, de 7 a 19. Pero siguieron donde estaban, como en la época de Emilio Pérez Touriño. Ahora no han tenido alternativa: el BNG quería ganar espacio y desde Presidencia del Parlamento se dejó claro que no se harían obras, con el consiguiente gasto de dinero público, innecesarias.

Con la mudanza convertida en engorrosa realidad, flota en el ambiente, en las nuevas dependencias socialistas, una sensación de no saber muy bien qué hacer hasta que no se solvente el trasiego. Empiezan a darse algunas situaciones un tanto cómicas. Se recibe una llamada para el Grupo Socialista, pero el Grupo Socialista ya no está donde solía, ahora la recibe el Grupo del BNG, que pasa recado. No es el mejor día para atender llamadas, con todo lo que hay que mover.

Mientras, el Grupo Popular celebra su reunión de los lunes, ajenos a estos cambios. En su caso, ganan para sala de reuniones el despacho que ocupaba provisionalmente Armando Ojea. El único diputado de Democracia Ourensana (Grupo Mixto) se mueve unos metros más allá. El Bloque, a lo suyo. Ana Pontón reúne a su gobierno alternativo en la Sala F y después comparece por última vez en su sala de prensa. Dice que la mudanza es cosa del presidente del Parlamento, Miguel Santalices, y que la ocupación de espacios del Pazo do Hórreo «no está como tema en la calle». «Hay cuestiones que forman parte de la normalidad democrática. No creo tampoco ni que sea noticia, la verdad», zanja. Que se lo digan al PSOE.