Rueda cree «posible» mejorar la ‘era Feijóo’ para revalidar la Xunta

«No vamos a sustituir a quien es insustituible». Esta se ha convertido en una de las ideas-fuerza de su campaña interna, que hoy precisamente rematará con un acto matinal en Vigo. «Tenemos mejor cara porque tenemos más ganas y más esperanza». Rueda reconoció que a partir de mañana comenzará «una semana fundamental» para él, principalmente en el plano personal, que arrancará el martes con el debate de investidura y acabará el sábado con su toma de posesión como nuevo inquilino de Monte Pío , con el epílogo dominical del nombramiento del gobierno, en el que no se prevén grandes sustituciones, más allá de la entrada de Diego Calvo en un puesto todavía por conocer.

«Es un hombre de partido, con profesión, conoce a todos, tiene experiencia en la administración y estoy absolutamente convencido de que será un gran presidente», regaló a modo de quite Mariano Rajoy, invitado al congreso que reeligió a Rafa Domínguez como líder del PP de la ciudad de Pontevedra, «mis raíces y la parte del PP que más quiero», llegó a decir.

Lance va, lance viene, Rueda lamentó que la oposición «vaya a decir que no» a su investidura sin siquiera atender al contenido programático de su intervención. «Da igual lo que diga, o lo que proponga, van a decir que no», censuró, «son el no por el no». Sin embargo, « yo voy a ir con el espíritu constructivo, con el orgullo del legado de Feijóo » pero «con ideas nuevas». «Yo iré con la Galicia del sí» mientas PSOE y BNG representan «la Galicia del no». Pero del contenido de su oferta, ningún avance, ni media chicuelina.

«Pensaban que íbamos a fallar en este proceso» de relevo al frente de la Xunta, apuntó Rueda, «vamos a enseñarles que somos la política de los hechos, con un ejemplo de unidad, estabilidad y coherencia, vamos a decirles que el PPdeG va a seguir estando ahí para representar a la mayoría de los gallegos». «Aquí hay una enorme responsabilidad que yo asumo» tras «el enorme sacrificio personal y político» de Núñez Feijóo abandonando Galicia para torear en el ruedo de la política nacional. «Todo el mundo nos empieza a mirar, y lo estamos resolviendo bien ». Desde que inició su gira interna, Rueda aseguró haber encontrado únicamente «cariño, ganas de aportar, de que las cosas nos salgan bien, de cumplir este reto que tenemos por delante». Saludó al tendido entre aplausos y volvió al burladero a la espera de que el martes salga su toro, que se prevé encastado y poco dócil.

El toro de Feijóo es otro. Lidia con un Ejecutivo que «está demasiado preocupado en sí mismo y poco en los demás». A su juicio, está «ensimismado en sus líos» y no es capaz «de ver las necesidades y urgencias» de «las familias, las empresas y la gente». El presidente nacional del PP mostró su «preocupación» por «lo que estamos viendo en España» , especialmente «el grado de opacidad del Gobierno, que no explica qué hace, quién lo hace, quién manda hacerlo y los resultados», así como «el grado de inseguridad y debilidad que traslada al conjunto de la comunidad internacional». «Dar una rueda de prensa para acreditar y solemnizar que el presidente del Gobierno y la ministra de Defensa tienen sus móviles espiados es una declaración de una irresponsabilidad histórica».

«En lo único en que se ponen de acuerdo es en insultar al PP», ironizó Feijóo, «es el único pegamento del gobierno socialista y sus socios». Pero «aunque nos quieran imponer la moda de la crispación», recetó «sosiego y serenidad». «Cuando uno está seguro de lo que hace, no es necesario gritarlo», replicó el dirigente popular, «no recibirán de nosotros más que alternativas, ideas». «Seguiremos pidiendo que se reduzca el gasto burocrático», y reclamó «un poco de pudor» para meterle tijera a un Ejecutivo de 22 carteras, una realidad «incompatible con el pudor de un servidor público en un momento como este». «Somos una fuerza imparable» , y ante las acusaciones «que dicen que yo estoy ansioso por cambiar el Gobierno», a su juicio «es el propio Gobierno el que está absolutamente comprometido con acabar consigo mismo». Y ante este escenario, «hasta los militantes socialistas saben que España necesita una nueva etapa».

El presidente nacional del PP quiso enfriar la euforia que recorre el partido, galopando sobre la demoscopia que lo sitúa en posición de ganar las próximas elecciones generales. «Yo no me creo las encuestas», advirtió a los suyos, «está bien verlas y conocerlas, pero no pueden servir para que nos confiemos ni para que nos desanimemos cuando no van bien». Según Feijóo, su receta es «trabajar todos los días, hacer propuestas y creer en nuestro país », aunque confesó que «percibí la ilusión de los sitios que voy visitando, el hambre de cambiar las cosas y la necesidad de estabilidad política como llave para la estabilidad económica ». «Los españoles no nos ven como un partido de oposición, que de esos sobran», sino «como la alternativa de gobierno».

A la despedida de Feijóo de Galicia se le siguen cayendo los días. Este sábado, una plaza menos. San Isidro espera .