El PP gallego regresa al 'modo romería'

La cita registra un ánimo bien distinto. «Sois la fuerza de Galicia, la fuerza del partido, la familia más grande del PP de España» , proclamó el expresidente gallego este sábado en su primer acto político en la Comunidad desde que aterrizó en Génova (excluidos los procesos congresuales). Su caballo de batalla viene dado por la coyuntura económica. Y cabalgando sobre él, una propuesta al Gobierno: «Si queremos hablar en serio para controlar la inflación, estamos a su disposición, pueden contar con nuestros votos y solidaridad, pero si no queréis, es vuestra responsabilidad y vuestro fracaso», pero no debe ser «el fracaso de España».

El diagnóstico de Feijóo fue severo. «España vive una situación económica crítica , nuestra economía está dando los signos balbuceantes de un parón económico», y puso como ejemplo las raquíticas dos décimas de crecimiento «de este último trimestre». «Todas las estimaciones del Gobierno han fallado, todas». Sobre todo incidió en una inflación «desbocada», a pesar de que Pedro Sánchez «cree que su país tiene una inflación contenida», síntoma de que «ha roto los contactos con la realidad de las familias». «Las estadísticas acreditan que falló el diagnóstico y el tratamiento» de la situación económica, y quizás por eso «ahora van a cambiar al que hace las estadísticas».

El presidente nacional del PP advirtió que «miles y millones de familias no pueden llegar a final de mes» , pidiendo a Pedro Sánchez «que deje de inventarse conspiraciones y vuelva a la realidad de España». «El único poder económico al que Sánchez le resulta incómodo es al poder adquisitivo de los españoles», replicó al jefe del Ejecutivo. Feijóo lamentó que en abril el Gobierno aprobara un decreto para hacer frente al incremento de los precios «y 90 días después» vaya a aprobar otro. «La gasolina y el diésel han subido más de lo que el Gobierno subvenciona», puso como ejemplo del fracaso de las medidas.

«Hemos pedido al Gobierno q ue baje los impuestos a la gente que cobra menos, que piense en las familias que no llegan a final de mes y que les devuelva el dinero de más que pagan por los incrementos masivos» en carburantes, energía y la cesta de la compra. «Ayudar a los que menos tienen es razonable y obligatorio», y en este contexto inflacionista «solo hay dos formas» de responder: «que lo soporten los ciudadanos o que el gobierno eche una mano».

Reproches para Sánchez tuvo también Rueda, tomando el testigo de Feijóo en las reclamaciones al Gobierno central. Galicia «no quiere quitarle nada a nadie», pero va a exigir «lo que le corresponde» , dejó claro el presidente de la Xunta. Sánchez no está cumpliendo con la Comunidad, insistió. Y el líder autonómico puso dos ejemplos: los trenes Avril para la Alta Velocidad —prometidos para julio— y la falta de respuestas del Gobierno a los «proyectos potentes» diseñados en Galicia para destino de los fondos Next Generation. Rueda —añadió— no se cansará de reclamar lo que la Comunidad se merece: «No vamos a permitir que nos quiten absolutamente nada ».

Rueda acudía por primera vez a la romería coruñesa como líder de los populares gallegos y máxima autoridad autonómica. Diego Calvo, vicepresidente segundo de la Xunta y anfitrión —con permiso del alcalde de O Pino —de la multitudinaria romería, como presidente del PP provincial, quiso dar un agradecimiento «especial» al nuevo líder de los populares gallegos. Por haber asistido a la cita, pero sobre todo «por dar el paso» de tomar el timón que dejaba libre Feijóo con su marcha a Madrid. Los gestos de cariño fueron mutuos entre los dos hombres que más posibilidades tenían de suceder a Feijóo al frente de la Xunta —aunque Rueda fuese el favorito en todas las quinielas—. A Calvo —correspondió Rueda— «le faltan horas del día» para todo el buen trabajo que está haciendo desde que entró en el ejecutivo autonómico tras la sucesión. Y tanto uno como otro coincidieron en alabar a Feijóo: «Nos desprendimos del mejor presidente, pero estamos seguros de que es para un fin mayor , ser presidente del Gobierno».

Pero antes de La Moncloa, el tren popular habrá de detenerse irremediablemente en otra parada: las municipales de 2023, hoy por hoy el talón de Aquiles del PP gallego, en el que no se puede permitir descarrilar. Y sobre ello insistieron a su militancia tanto Calvo como Rueda: «Nos quedan 11 meses para las municipales, y ese el principal objetivo que tenemos encima de la mesa» , dejó claro el presidente de los populares coruñeses. Y es que aunque es el único partido con representación en los 93 municipios de la provincia, como recordó Calvo, lo cierto es que no gobierna ni la Diputación ni sus tres ciudades –La Coruña, Santiago y Ferrol—, en manos socialistas.

Acopio de fuerzas para las municipales y exhibición de un músculo que en Galicia solo el PP es capaz de lucir , alimentado con proteína popular atlántica : un menú (a 25 euros) de verbena, empanada, pulpo y 'carne ao caldeiro', después de un tentempié matinal de churros y rosquillas. En definitiva, un día de normalidad gastronómica en la política gallega: el PSdeG de Formoso, en la fiesta del percebe de Corme.