El exjefe Antidroga de la Guardia Civil en Andalucía: «A la fiscal la voy a poner contra la pared»

Así lo aseveran informes de la propia Guardia Civil a los que ha tenido acceso ABC: «Parece que el Tcnl. Oliva y el Tte. Fuentes (ascendió después a capitán), de manera coordinada y no espontánea, a través de la manipulación del Tte. Bernal, idearon una forma de tratar de conocer más datos de una investigación de carácter secreto». Los tres van a ser juzgados por revelación de secretos y cohecho.

El 25 de junio de 2022, ya sabedores de que están siendo investigados, conversan sobre cómo defenderse, para lo que no dudan en esperar al momento en el que sean ellos los que ataquen.

Así lo atestiguan las conversaciones de WhatsApp intervenidas por Asuntos Internos de la Guardia Civil: «Tú tranquilo hermano (le escribe Oliva a Fuentes). Que conciencias tranquilas y ya podremos nosotros atacar. Nunca estamos solos». Se lamentan de «tener que hablar por WhastApp», porque dan por hecho que tienen pinchada la línea telefónica, y de «vivir con este sinvivir», dice Oliva. «Me toca los cojones», responde Fuentes. «Y a mí», añade Oliva: «Al final habrá que liarla gorda. Al final morirán algunos de internos. Atacaremos».

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El propio Servicio de Asuntos Internos no entiende este mensaje como una amenaza de muerte literal, sino «de manera metafórica». En otra conversación en la que hablan de determinados miembros de la Guardia Civil, Oliva espeta lo siguiente: «Se van a cagar los maricones inútiles estos. Que son malos trabajando y como personas. Escoria de la GC».

«Sinvergüenzas maricones cerdos», añade el teniente coronel que estaba al mando de la unidad especial contra el narcotráfico en Andalucía: «Tenemos que tener cuidado con lo que nos rodea, que algunos nos venden», se recoge en un oficio datado el 12 de diciembre de 2022 y que fue entregado al titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional.

La investigación acreditó que Oliva y Fuentes, sin lugar a dudas, habían accedido a información secreta de Asuntos Internos. Según el citado informe de esta unidad: «El Tte. Fuentes explica que la investigación 'legal' lleva en curso 'por lo menos desde enero' y añade que se habría investigado 'ilegalmente' durante cuatro años. Estos datos coinciden con que la investigación judicial (Diligencias Previas 12/2022 del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional) se inició en enero del 2022 y que la investigación policial (operación Varea, en la que se refundían las informaciones que se recibían sobre el Tte. Fuentes y el Tcnl. Oliva, comenzó en el año 2019».

Queda patente en un chat que mantienen al día siguiente, el 26 de junio de 2022, en el que, tras comentar estos plazos, dirigen su ira contra los miembros de Asuntos Internos y contra la Fiscal Antidroga del Campo de Gibraltar, Macarena Arroyo. «Hoy la he tenido grande con internos», dice Oliva. «En la cárcel lo rematamos», añade junto a tres emoticonos de risas. «No tienen cojones», «no tienen vida después», dicen ambos respecto a los agentes que los están investigando: «Que se jodan», «putos perros». «Y Macarena lo sabe (que están siendo investigados), por eso está actuando así», asevera el teniente Fuentes. La fiscal tenía, necesariamente, una relación profesional muy estrecha con el teniente coronel Oliva, como responsable éste de OCON-Sur, que reacciona de forme muy virulenta: «Ya la cogeré por banda. La voy a pillar en despacho y contra pared. Yo le meteré dedos».

El inicio de esta investigación está en las actuaciones de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Central de la Policía Nacional contra el clan de los Ariza. En los seguimientos comprobaron que al menos uno de los presuntos narcos, David Verdejo Ariza, tenía una relación muy estrecha con el entonces teniente Fuentes y, por extensión, con el teniente coronel Oliva.

De hecho, la Udyco comprobó que el 22 de mayo de 2022, el teniente Fuentes acudió como invitado a la celebración del bautizo del hijo menor de David Tomás Verdejo Ariza, celebrado en un barrio de la localidad gaditana de Bolonia. Asuntos Internos de la Guardia Civil incluyó este hecho en uno de sus informes como «uno de los acontecimientos de mayor interés para la investigación en curso». Sostiene la Benemérita que Fuentes se personó en la capilla «junto a a otro componente del Cuerpo, utilizando para ello el vehículo Porsche Cayenne de color blanco propiedad de este último reseñado». Añade Asuntos Internos que ambos guardias denotan «un alto grado de amistad y confianza con los miembros del clan Ariza». Fuentes próximas al capitán Fuentes sostienen que es amigo de David Verdejo Ariza «desde niño» y que ése sería el motivo de su presencia en el bautizo.

Como la Policía no puede investigar a la Guardia Civil, estas pesquisas pasaron al Servicio de Asuntos Internos de la Benemérita, que tomaron el relevo contra sus compañeros presuntamente corrompidos. Pero al descubrir Oliva y Fuentes -gracias al chivatazo del teniente Bernal, de Asuntos Internos- que estaban siendo investigados, las pesquisas sobre sus conexiones con los narcos se van al traste: «La evolución de la relación entre el clan de los Ariza y el Tte. Fuentes evidencia que los encuentros han disminuido. Lo anterior podría obedecer a que los investigados mantienen cierta reserva a exteriorizar en público los vínculos que les unen, lo que concuerda temporalmente con las filtraciones sobre la investigación del SAI, así como que el Tte. Fuentes haya recibido una información sobre la investigación de Policía nacional al clan de los Ariza».

El informe añade que «existen indicios de que el Tte. Fuentes ha trasladado ciertas informaciones a David Verdejo que le podrían haber puesto sobre aviso de una eventual investigación que vincularía al propio David verdejo con el Tte. Fuentes y el Tcnl. Oliva».

Estos dos últimos se querellaron contra el inspector jefe del grupo de Udyco Central que detectó su connivencia con los narcos acusándole de «seguimientos falsos», lo que el policía desmintió el pasado 22 de enero. Posteriormente, el pasado miércoles declararon como testigos siete policías. El octavo no pudo hacerlo por estar fuera de España, por lo que el magistrado esperará a oírlo en otra citación antes de decidir si sobresee la causa, hacia donde se posiciona la Fiscalía.

David Oliva y Javier Fuentes consideran que la investigación tenía por objeto acabar con sus carreras. En la querella que interpusieron, de la que ya informó ABC, aseveran que en los seguimientos al clan de los Ariza se incluyeron pruebas «falsas» y negaron haber estado en los lugares que los agentes de la Udyco Central los ubicaron mientras vigilaban al clan de los Ariza.