Juan Roig desvela su sueldo y la conversación con una clienta sobre los precios de Mercadona

Juan Roig ha dedicado buena parte de la multitudinaria rueda de prensa de presentación de resultados ante un centenar de periodistas acreditados a explicar los motivos que habían disparado la inflación y las medidas puestas en marcha por Mercadona para mitigar sus efectos.

Juan Roig ha cuantificado en 375 millones de euros el ahorro que han supuesto para los 5,7 millones de hogares españoles que realizan su compra habitualmente en Mercadona.

«Sabemos que hemos subido los precios (en concreto un diez por ciento), pero se habría generado un desastre en la cadena de producción si no hubiéramos subido los precios de venta al público. No queda otra», ha lamentado Juan Roig, quien ha detallado que los costes para su empresa se elevaron un doce por ciento.

Mercadona es, con gran diferencia, la empresa líder del sector de la distribución en España con una cuota superior al veintisiete por ciento. A mayor número de «jefes», conforme la empresa denomina a los clientes en su jerga interna, aumenta la exposición a la crítica.

Juan Roig era consciente de ello y se ha pertrechado de datos para su comparecencia. Así ha explicado que la Mercadona ha reducido su margen de explotación bruto en seis décimas. Lo que traducido a cifras significa que ha sacrificado 140 millones de su cuenta de resultados. De esa forma, ha defendido que «Mercadona ha hecho de dique de contención de precios, al ser capaz de poner en marcha numerosas medidas para reducir los costes y mejorar la productividad, con las que ha evitado trasladar parte del incremento de costes sufrido al precio final».

Sobre la iniciativa aprobada en Francia para limitar los precios de la cesta de la compra, Juan Roig ha sido claro: «Querer topar los precios es imposible y un brindis al sol, a todos nos gustaría pero dependemos de la oferta y la demanda».

Al margen de la inflación, Juan Roig ha lidiado con media decena de preguntas relacionadas con los ataques vertidos hacia su persona por dirigentes de Podemos, que le ha calificado de «capitalista despiadado». El presidente de Mercadona ha eludido el cuerpo a cuerpo, pero ha aprovechado la ocasión para reivindicar que «los empresarios, los directivos y los trabajadores generamos la riqueza de un país».

Según ha sostenido, «un país es más próspero cuantos más empresarios honrados tiene y en España somos muchos».

Insistido hasta la saciedad, Juan Roig ha asegurado que el hecho de que las empresas obtengan beneficios es «una cosa muy buena siempre que sea un beneficio compartido» con la sociedad y los trabajadores, y frente a las críticas de representantes públicos a empresarios, ha resaltado que «un empresario es un amigo de la sociedad» y «un amigo de España», por lo que se les debe favorecer «al máximo».

En su caso concreto, ha desvelado en un alarde de transparencia que cobrará este año 88 millones de euros en dividendos y once de su sueldo como presidente ejecutivo de la empresa. En 2023, Juan Roig y su mujer, Hortensia Herrero, destinarán cien millones de euros de su bolsillo a iniciativas altruistas en materia deportiva, cultural y de fomento del emprendedurismo en el marco del programa Legado. Además, se ha mostrado «muy orgulloso de pagar impuestos».

En el repaso a la actualidad económica que le han planteado los medios, Juan Roig ha manifestado, en relación al traslado de sede de Ferrovial fuera de España, que le gustaría que esta compañía ubicara su sede central en Valencia, así como la de Ford -cuya sede en nuestro país está en Madrid y su planta de producción en Almussafes-, e incluso la de Google.

El presidente de Mercadona también se ha pronunciado sobre el recorte al trasvase Tajo-Segura aprobado por el Gobierno para reivindicar la necesidad de agua en la huerta de Europa: «¿De dónde se obtiene? No lo sé, pero para tener verdura, las autoridades políticas tienen que dotar de los medios necesarios a los agricultores».