El incendio con diez muertos en Valencia se originó por el fallo de un electrodoméstico de cocina
La investigación policial confirma que el siniestro se produjo de forma fortuita en la vivienda 86 de uno de los dos edificios afectados
Archivan la investigación judicial del incendio de Campanar en Valencia al no apreciar indicios de delito
VALENCIA
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Iniciar sesiónEl incendio de dos edificios en Valencia en el que murieron diez personas se originó de manera fortuita por el fallo de un electrodoméstico de la cocina de una vivienda, según ha señalado este lunes la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar ... Bernabé.
La investigación policial confirma que las llamas se produjeron en el apartamento 86 de la octava planta de la primera torre, de catorce alturas y rápidamente se propagaron por la fachada al otro bloque de viviendas, de diez pisos. Se descarta así la hipótesis inicial que apuntó a un cortocircuito en el motor de un toldo.
El trágico siniestro, ocurrido el pasado 22 de febrero en el barrio de Campanar, dejó también quince heridos. Siete de ellos eran bomberos que participaron en el rescate de los vecinos y en las tareas de extinción.
El titular del Juzgado de Instrucción 9 de Valencia levantó este viernes el secreto de sumario y acordó el sobreseimiento provisional de la causa tras recibir un informe policial que descarta expresamente el origen criminal o delictivo del fuego. No obstante, las pesquisas continúan.
El auto del magistrado autoriza también el acceso al edificio siniestrado de los peritos de las compañías aseguradoras que acrediten un contrato con alguno de los elementos del inmueble bajo supervisión.
Podrán entrar -acompañados de agentes de la Policía Científica- para tratar «las cuestiones que tengan que ver con los afectados, para que puedan empezar de nuevo su proyecto vital», ha indicado Bernabé en declaraciones a los medios.
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Según ha avanzado Europa Press, el padre del hombre que murió junto a su mujer y sus dos hijos ha presentado un escrito en el juzgado contra el archivo de las diligencias. Consideran que se ha dado carpetazo al asunto de forma prematura y generándole indefensión, pues no se le ha permitido tener acceso a la causa.
El objetivo de su defensa es que se dicte una nueva resolución que anule la del sobreseimiento para que esta parte pueda personarse como acusación y, si lo considera, interesar diligencias o recurrir esa resolución.
Precisamente, este lunes por la tarde, familiares y autoridades celebran en la Catedral de Valencia una misa funeral -no oficial- en memoria de los fallecidos en el incendio. Tras una laboriosa labor de identificación que se prolongó durante casi una semana, los restos mortales de las diez víctimas pudieron ser entregados a sus seres queridos.
Las llamas, que se iniciaron ese jueves alrededor de las cinco y media de la tarde, devoraron en apenas una hora todo el complejo residencial de 138 viviendas, dejando sin hogar a cerca de 450 personas. Además de las ayudas económicas que están recibiendo por parte de la Generalitat y del Gobierno, 214 afectados -176 adultos y 38 menores- fueron realojados en un edificio de nueva construcción que el Ayuntamiento de la ciudad había adquirido para alquiler asequible. Un centenar de familias que permanecerán allí, en principio, durante los próximos tres meses.
Las dudas ante un esqueleto de hormigón
Propietarios e inquilinos de los inmuebles siniestrados -construidos en 2008, en pleno 'boom' inmobiliario, por una promotora que quebró- no llegaron a un acuerdo para crear una asociación conjunta de afectados y cada grupo defenderá sus intereses por su cuenta. Llegado el momento, los primeros deberán decidir si reconstruyen o no los edificios.
Tras descartarse el riesgo de colapso de la estructura, todos ellos pudieron acceder al esqueleto de hormigón que dejó el fuego para intentar recuperar algunos objetos personales y los vehículos estacionados en el aparcamiento subterráneo, que no se vio afectado. Ocho días después de la tragedia, los bomberos encontraron con vida al gato de una de las residentes en la finca.
Algunos de los profesionales que lucharon contra las llamas han tenido que recibir asistencia psicológica tras lo ocurrido. Varios miembros del cuerpo municipal llegaron a despedirse por radio de sus compañeros cuando se vieron rodeados por el fuego, que alcanzó elevadas temperaturas, y por el denso humo.
Los bomberos han defendido en varias ocasiones que se siguió el protocolo habitual y se pidió a los vecinos que no podían ser evacuados que permanecieran en sus viviendas mientras sofocaban las llamas. La actuación del conserje del complejo fue crucial para alertar a los residentes en los primeros momentos y socorrer a aquellos con movilidad reducida, lo que le ha valido la Distinción de la Generalitat y ser propuesto para recibir un premio de la Policía Nacional.
En paralelo, los investigadores siguen intentando dar respuesta a una de las claves de lo ocurrido: por qué el fuego se extendió por las fachadas con esa virulencia. Como informó ABC, el documento que da oficialmente inicio a la obra -el acta de replanteo- del edificio convertido en una pira descontrolada, data de febrero de 2006, por lo que se aplicó la norma de 1996 vigente en esos momentos. Poco después entró en vigor el Código Técnico de la Edificación que se sigue actualmente en España y que es más restrictivo en el uso de materiales inflamables en fachadas. En este caso estaban aisladas con lana de roca, un material incombustible.
El foco se centra en el revestimiento, la última capa del inmueble que queda visible desde la calle. Los paneles de aluminio que recubrían el inmueble estaban anclados dejando una pequeña cámara -de ahí que se le llame fachada 'ventilada'. El fuerte viento que soplaba en la zona ese día ayudó a que el fuego se colara por ese hueco. Los paneles están formados por dos placas unidas por un material en su interior que les da rigidez. Todo apunta a que, en este caso, era polietileno, una resina termoplástica que habría generado una 'lluvia de fuego' y propagó las llamas.
Al respecto, el Ayuntamiento de Valencia anunció que revisará, junto al Colegio de Arquitectos, los edificios construidos con técnicas y materiales similares a los de las torres siniestradas.
Este lunes, la alcaldesa María José Catalá, ha defendido la necesidad de determinar «cuáles fueron la causa o el conjunto de causas que generaron esa propagación tan rápida, tan inesperada y que, desde luego, generó tanta alarma y tanto desconcierto y sobre todo tanta dificultad para el cuerpo de bomberos».
«Vamos a esperar ese informe -de la Policía Científica- porque es necesario para tomar decisiones, para hacer una evaluación, para hablar con instituciones como el Colegio de Abogados o como la Universitat Politècnica de València, que se han puesto en contacto con nosotros para ver situaciones similares y cómo proceder», ha explicado Catalá.
Con las víctimas en el recuerdo, infinitas muestras de solidaridad y un improvisado altar que sigue presente en las inmediaciones de la 'zona cero', la ciudad ha vuelto a la normalidad y ha retomado el programa festivo de las Fallas tras el impacto que causó el peor incendio urbano de su historia reciente.
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