Dos testigos afirman que les cayeron cerca bombillas y hierros

En declaraciones a Europa Press, Xavi Navarro, de 13 años, que estaba en la cola de personas con su hermano Fran, de 14, cuando empezaron a caer las bombillas de la atracción y un trozo de hierro le rozó y por «miedo» a que le cayera en la cabeza, se escondió detrás de un cartel publicitario.

La gente empezó a gritar y a correr, aunque el accidente no afectó a nadie de los que estaban en la cola de la atracción, en la que los dos testigos se pasaron unos 50 minutos esperando para montarse. En todo este tiempo, estuvieron al lado de las tres víctimas, aunque no las conocían.

Tanto Xavi como Fran son amigos del herido leve en el accidente. No subieron con él porque la atracción tiene cuatro plazas y su amigo ocupó la que quedaba libre cuando se montaron las tres chicas (la víctima mortal y las dos heridas). Fran Navarro ha hablado por teléfono esta mañana con su amigo, que está bien pero «confundido» y «no se acaba de creer lo que le ha pasado».

Tras el accidente, avisaron por teléfono a los padres del herido, que le estaban esperando en el aparcamiento del Tibidabo, y aturdido, recorrió todo el parque hasta salir y encontrarse con ellos, que le trasladaron al Hospital General de Cataluña. Fran Navarro explica la secuencia que vio ante sus ojos: «Se salieron los tornillos de la base de la atracción y se empezó a mover más de lo normal», hasta que la parte donde iban los cuatro chicos «rascó todo el suelo».

Los testigos escucharon en el viaje anterior al accidente un fuerte ruido, «como si el péndulo hubiera tocado algo», pero como terminó sin incidencias, «nadie pensó que pasara nada», ha lamentado Fran Navarro, que ha recordado la «angustia» que le provocó ver a las heridas dentro de la atracción, una vez se había desplomado. Él vio como caía una parte de la atracción sobre La Mina d'Or, un tren que recorre una vía entre varias piscinas. Su hermano Xavi asegura que en seguida la paralizaron para que no salieran más vagones a recorrer la atracción y así evitar más incidentes. El personal del parque cerró estas atracciones, y después otras como el avión, la montaña rusa y la Talaia. Según los testigos, había un guardia que impedía acceder a la atracción accidentada.