El Ayuntamiento de Barcelona mandó ese miércoles una carta al Consulado de Rusia en Barcelona para comunicarle que suspende las relaciones institucionales con Rusia por la guerra con Ucrania y que ni se convocarán a sus representantes a actos y reuniones municipales ni ... tampoco se enviará a miembros del Consistorio en sus encuentros hasta que no cese la invasión ilegal y vuelva la paz a la zona.
«En coherencia con la tradición de Barcelona como ciudad de paz y defensora de los derechos humanos, lamento comunicar que suspendemos las relaciones institucionales«, dice la misiva, firmada por Laia Bonet, tercera teniente de alcalde y que lidera la Diplomacia del Ayuntamiento.
La portavoz municipal recuerda, además, que el pleno municipal condenó de manera unánime la invasión rusa y que desde el primer momento el Ayuntamiento ha exigido «el fin inmediato de las hostilidades y la retirada inmediata de las tropas rusa de territorio ucraniano».
En esta misma línea, Bonet recuerda que la capital catalana es «una ciudad abierta, diversa y comprometida con los derechos humanos , y la comunidad rusa es y seguirá siendo parte de ello». La carta acaba con la puesta en papel de la «esperanza» de que las relaciones rotas se puedan restablecer «pronto», una vez haya vuelto la paz y la democracia en Ucrania.
«Barcelona es una ciudad de paz, tolerante y antibelicista. La inadmisible invasión de la Federación Rusa a territorio ucraniano es incompatible con los valores abiertos de Barcelona«, ha apuntado desde su cuenta de Twitter Jaume Collboni, primer teniente de alcalde de Economía, Competitividad, Trabajo e Hacienda.
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