PSC y ERC rematan los «últimos flecos» del acuerdo para aprobar las cuentas de la Generalitat
Resuelto el embrollo de la B-40, los socialistas de Illa se acercan a la escenificación de un nuevo tripartito 'de facto'
Barcelona
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Iniciar sesiónSalvador Illa, líder del PSC, mantiene la expectativa para aprobar los presupuestos de la Generalitat de Cataluña y alarga un día más la agonía de Pere Aragonès (ERC), presidente autonómico, que lleva semanas rogando a los socialistas que den el paso definitivo y respalden ... el proyecto de cuentas para 2023 que todavía no tiene el visto bueno del Govern, pero está sobre su mesa a la espera del beneplácito.
Este lunes, los equipos negociadores del PSC y el Govern se reunieron dos veces en la sede oficial de la Generalitat, en la plaza San Jaime de Barcelona, para tratar de acercar posturas. Los encuentros finalizaron sin un pacto definitivo pero ambas partes confirmaron que están cerrando los «últimos flecos» de un acuerdo que dará estabilidad a Aragonès, ya que solo cuenta con 33 diputados en la Cámara autonómica. El PSC tiene 33 escaños.
Mañana, además de la reunión semanal ordinaria del Govern, se volverán a sentar los equipos encargados de la negociación (por parte del PSC liderados por Alícia Romero y Jordi Terrades) con el objetivo de cerrar o dejar casi cerrado el pacto. Hoy, los dos equipos estuvieron sentados más de cinco horas para dejar solo a remate «los últimos flecos».
Sin embargo, hace semanas que desde el Ejecutivo regional se anuncia un acuerdo «en breve», que los socialistas desmienten con los hechos. Así que no sería extraño que la firma o la foto del pacto entre el PSC y ERC, que ya tiene un acuerdo con los comunes, se retrase algunos días más. En cualquier caso, en el ámbito político catalán todo el mundo –incluso desde Junts– da por hecho un nuevo tripartito 'de facto', esta vez liderado por ERC.
Hasta la semana pasada, el punto gordiano que separaba a Illa de Aragonès era que el Govern retomase las obras de la autopista B-40 o cuarto cinturón en su tramo entre Sabadell y Tarrasa. ERC cedió y lo escenificó en una votación en el Parlament, a pesar de que esta infraestructura no es del agrado de los de Oriol Junqueras y así lo dejaron patente este sábado en su congreso nacional.
«Ya no hay razones para no aprobar los presupuestos», dijo, tras la votación parlamentaria, el presidente de la Generalitat, que convocó a los medios para presionar al PSC. Pero no sirvió de mucho. No, al menos, de momento. Los socialistas advirtieron ya aquel día de la semana pasada de que las discrepancias no se limitaban a las obras de la B-40.
El problema es de fondo. Ampliación y mejora del aeropuerto de Barcelona e inversión en Tarragona del Hard Rock son asuntos no resueltos. ERC y comunes se oponen y el PSC está a favor. También hay discrepancias en la cantidad a invertir en la Ley de Barrios, en la Ley de la Ciencia y, entre otros, el gasto en los servicios sanitarios de atención primaria. Mientras tanto, en Junts avisan: si hay acuerdo PSC-ERC «se habrá puesto fin a la legislatura del 52%».
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