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Vinos de calidad: menos copas con las que brindar

Denominaciones de origen

Rueda palia la caída de ventas de unas figuras de calidad que acusan el descenso en la demanda. Los consejos reguladores emiten más de 236,7 millones de tirillas, un 2% menos, con bajadas generalizadas que en Ribera rozan el 10% y diez millones menos

Enrique Pascual: «Cuanto más fuerte sea Castilla y León en sus vinos, mejor para todos»

Rueda, de las pocas que se salva de la caída de ventas en un mercado del vino a la baja ICAL

Isabel Jimeno

VALLADOLID

En el punto de mira de algunos colectivos, en un contexto de inflación en el que los precios al alza hacen tentarse más de una vez el bolsillo a la hora de comprar y tras años de subidas, el mundo de vino acusa la caída ... en las ventas. Y las denominaciones de origen de Castilla y León, en general, no salen indemnes. Así que 2023 ya no entrará en los anuarios récord de cifras conjuntas. En total las trece DO -a las que hay que sumar los tres vinos de pago que también están amparados por esta catalogación- vendieron el año pasado algo más de 236,7 millones de botellas, lo que supone casi 5,3 millones de tirillas expedidas menos que el anterior, con una caída del 2,18 por ciento.

Aunque, como en todo, hay excepciones. Rueda sí puede brindar por otro ejercicio al alza, marcando otro nuevo techo. Con cerca de 16 millones de contraetiquetas entregadas por el Consejo Regulador, la reina de los blancos en el panorama nacional palia en parte el desplome general. Sumó casi 5,69 millones de botellas más, un 5,4 por ciento, y se sitúa como «líder» de ventas en la Comunidad y segunda en el conjunto del escalafón a nivel nacional.

La DO donde la variedad autóctona verdejo es la reina, estos conocidos como vinos tranquilos son los que más tiran del carro y suponen casi toda la comercialización en un año de récord. «La tendencia al alza en la DO Rueda es aún más excepcional si tenemos en cuenta que el consumo de vino a nivel mundial ha descendido de manera generalizada», destaca el presidente del Consejo Regulador, Carlos Yllera, quien apunta que estos datos demuestran que «el consumidor reconoce los altísimos estándares de calidad de nuestros vinos». Aumentar las exportaciones y seguir mejorando «sin perder de vista el origen», sus metas.

El «problema» del contexto internacional y una ratio de existencias «bastante baja» por las cosechas «no excesivamente grandes» de 2021 y 2022 están entre los motivos del descenso en la DO Ribera del Duero. Donde la bajada en el fondo «no ha sido una sorpresa grande», tras un año anterior de «importante» crecida. Así que pasar de más de 100,7 millones de vitolas de calidad entregadas a quedarse por debajo de las 90,7 millones (diez millones menos, casi un diez por ciento de caída) son «datos que no gustan, pero de momento no preocupa». «Es aceptable», señala su presidente, Enrique Pascual. «De momento» no se encienden las alarmas, a la espera de cómo discurra esta año. Aunque, puntualiza Pascual, «para vender hay que tener» y las de 2021 y 2022 fueron cosechas «no excesivamente grandes».

El aliento, que la de 2023 ha conseguido recuperar, incrementado las uvas que llegaron a bodega en un 12 por ciento, hasta supera los 117,6 millones de kilos. Así, las metas pasan por un «crecimiento razonable» y una clara apuesta por la internacionalización, en la que buscan hacerse hueco en más mercados. Pese a este descenso en Ribera, entre las dos grandes de DO de Castilla y León superaron el pasado ejercicio los 206,6 millones de contraetiquetas. Son unos cuatro millones menos que en 2022 (se rozaron los 210,7 millones), pero entre ambas acaparan más del 87 por ciento de lo comercializado por las denominaciones vitivinícolas de la Comunidad.

Junto a Ribera y Rueda, Toro, Bierzo y Cigales componen el 'top five'. Entre las cinco grandes rebasaron los 233,4 millones de botellas que salieron al mercado -más del 98 por ciento del total de todas las DO de Castilla y León-, con una mengua ligeramente superior al dos por ciento. ¿Traducido en tirillas expedidas por los consejos reguladores? 4.988.111 menos. Y ninguna de estas tres se libró del descenso, en mayor o menor medida. Los más ligeros, los de Toro y Bierzo, de en torno al dos por ciento. En la DO zamorana, 412.500 contras menos (-2,5 por ciento), hasta quedarse ligeramente por encima de los 16 millones, frenando el ascenso de años anteriores.

En Bierzo ya suman dos ejercicios consecutivos a la baja, aunque el último de forma más contenida, con una mengua de unas 150.000 contras expedidas menos desde el Consejo Regulador, hasta situarse ligeramente por encima de los 7,05 millones.

Y en Cigales, parón al ascenso: de superar los cuatro millones a quedarse algo por encima de los 3,6 millones. Si bien las ventas de rosado, su principal producción y lo que caracteriza a esta DO, «se han mantenido» relativamente, apuntan al descenso en el tinto, «siguiendo la tendencia del mercado» como responsable de esa bajada algo superior al diez por ciento, hasta quedarse en niveles similares a 2021. En cuanto a las otras ocho denominaciones más pequeñas, en general también contracción. Aunque aquí también hay salvedades. Es el caso de la segoviana Valtiendas, la más pequeña, así que desde sus modestas cifras, su presidente, José María Galindo, asume que «es difícil bajar».

Han logrado crecer en el mundo de los tintos que elaboran, en el límite con Ribera del Duero, de 120.000 botellas a unas 138.000, un 15 por ciento más. También en otra de cifras modestas como Sierra de Salamanca ha conseguido mantenerse en torno a las 175.000 tirillas gracias a que «salió mucho vino» de 2021, aunque en 2023 bajó la producción y eso, temen, puede afectar a ventas a futuro. En cifras superiores, por encima de los 1,8 millones, en Tierra de León prácticamente se han mantenido estables. De algo más del uno por ciento, la bajada en Tierra del Vino de Zamora, hasta quedarse en 191.900.

En el resto, caídas más notables. Sobresale la de Arribes, donde sus ventas descendieron casi un tercio de un año a otro: unas 223.000 contraetiquetas menos expedidas desde el Consejo Regulador, hasta quedarse en 466.000. Cerca de un 17 por ciento cayó en Arlanza, donde han sacado «muchas menos» contras de las que «querríamos»: algo más de 232.000, también muy condicionados por la demanda de una de sus mayores bodegas. Tras un retroceso de en torno al 13 por ciento, hasta rozar las 268.000 tirillas (35.500 menos), en Cebreros confía en que este año puedan «mantenerse o subir un poquito» para compensar unos ejercicios en los que la situación global afecta a la venta de vino.

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