Sábado Santo de lágrimas y lluvia en Castilla y León
Las adversas previsiones meteorológicas vuelven a obligar a suspender los principales desfiles procesionales y reducir los actos
El Cristo de los Mineros, a cobijo de la lluvia
Valladolid
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Iniciar sesiónLas elevadas probabilidades de lluvia apuntadas por las herramientas de predicción meteorológica confirmadas con una mirada a las amanazantes nubes que cubrían el cielo han llevado de nuevo a la suspensión de un buen número de celebraciones en Castilla y León en un Sábado ... Santo que dibuja una recta final de la Pasión casi como empezó: a cubierto.
Los claros que se abrían a ratos no han sido suficientes para arriesgar a sacar las tallas a la calles. Si el Viernes en Valladolid las veinte cofradías aplazaron una hora la salida de los pasos para vivir el júbilo de la Procesión General, este sábado el Santo Entierro se ha tenido que celebrar a cubierto. Las «previsiones meteorológicas hacen imposible procesionar con seguridad», apuntaba en un comunicado recogido por Ical la Cofradía del Santo Entierro, asumiendo que el esperado momento desde hace un año no iba a ser posible.
En su lugar, un recorrido con la imagen del Cristo Yacente por el interior de la iglesia y el claustro del monasterio de San Joaquín y Santa Ana para devolver obra de Gregorio Fernández a la clausura monástica.
A cubierto también la procesión del Desenclavo de León. Solemnidad y decepción en el interior de la parrroquia de Santa María para vivir dentro el acto en el que los miembros de la Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo han quitado la corona de espinas y los clavos a Cristo crucificado para presentárselo a su madre. No ha habido, por tanto, el encuentro en la plaza de San Isidoro entre el Santo Cristo del Desenclavo y Nuestra Madre María Santísima, ni tampoco procesión por la ciudad.
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La lluvia también ha vencido a la Hermandad del Silencio en Salamanca, que ha tenido que suspender su procesión. Eso sí, la cofradía ha logrado salir a la puerta de la parroquia de Jesús Obrero del barrio de Pizarrales para que los fieles pudieran encontrarse con el Cristo de la Vela y Nuestra Señora del Silencio.
En ese momento, el cielo parecía dar una tregua, pero el cien por ciento de probabilidades de agua durante la que es la más larga de las procesiones de la Pasión en la capital del Tormes, han llevado a la suspensión del recorrido completo. Los niños y niñas sí han portado a hombros el paso de la Palabra, acompañados por los más pequeños, con una corona de espinas roja sobre un paño blanco. Tras ellos, el Cristo de la Vela comenzaba a descender los 15 empinados escalones ante la emoción y la expectación de todos los allí presentes. Inmediatamente después, el turno de la Nuestra Señora del Silencio, paso portado a hombros por las mujeres. El cielo daba una tregua de media hora, suficiente para finalizar el acto, y las previsiones de lluvia se cumplían, obligando a una rápida entrada de los pasos en el templo.
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