La oposición se 'ceba' en sus descalificaciones a la Junta por la tuberculosis bovina

El asunto sigue en primera línea informativa y todo apunta a que ahí seguirá durante bastante tiempo -el nuevo periodo electoral tiene mucho que ver- ya que para la oposición se ha convertido en el arma arrojadiza contra el Gobierno de coalición PP-Vox, al que lanzan sus críticas, descalificaciones e insultos y acusan de poner en peligro la salud de todos los ciudadanos. Ayer, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se refirió por primera vez a esta polémica para trasladar que su Ejecutivo «trabajará» para solucionar la situación provocada por los controles para frenar la tuberculosis bovina, siempre «dentro de la legislación comunitaria y nacional». «Así se va a realizar», sentenció Mañueco, quien saltó de inmediato a la sequía que, según dijo es «el principal problema» del sector en la actualidad, al que comprometió su apoyo como «aliado» de agricultores y ganaderos.

A su juicio, el sector del campo atraviesa una «crisis por múltiples factores» y cargó contra el Gobierno central, que «no está entendiendo esos problemas, y especialmente de Castilla y León», informa Ical. Por ello, señaló que la Junta «trabajará en todos los ámbitos» con el objetivo de «mejorar la situación del campo, de la mano del sector, que es algo crucial», pero siempre, insistió, «dentro de la legislación comunitaria y nacional». Casi a la vez que Mañueco hacía estas declaraciones, en la localidad vallisoletana de Valbuena de Duero -donde participó en la Asamblea de Empresa Familiar-, la oposición parlamentaria se cebaba con él y con el PP y Vox.

Tras la celebración de la Mesa y la Junta de Portavoces del Parlamento regional, el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, desde la sede de su partido, llamó a Mañueco «irresponsable y cobarde» por «haber puesto en riesgo la salud de todos los ciudadanos y el bolsillo de los ganaderos» y calificó la medida de la Consejería para flexibilizar los controles de «indecente e ilegal», ya que «lo único que ha conseguido es que hemos vuelto a ser la vergüenza nacional». Además, reprochó al presidente de la Junta que no defienda a los funcionarios y veterinarios de las «coacciones» que han recibido. Por último, anunció que en el pleno del próximo martes le preguntará sobre lo sucedido «a ver si tiene a bien dar la cara y explicar por qué le importa tan poco la salud de todos».Sin embargo, el portavoz del Ejecutivo autonómico, Carlos Fernández Carriedo, tras el Consejo de Gobierno, se encargó de puntualizar a Tudanca en el sentido de que fue precisamente la orden del Ministerio, que impidió el movimiento del ganado, la que pudo causar el perjuicio que los ganaderos cifraron en 3,8 millones de euros.

No lo ven así en el Grupo Mixto que ayer arremetió con duras descalificaciones contra el Ejecutivo autonómico y sus dos máximos responsables, Mañueco, y el vicepresidente Juan García-Gallardo. A este último, el procurador de CS, Francisco Igea, precisamente su antecesor en el cargo, le llamó «inútil», y al presidente le tachó de «cobarde patológico» -llamó directamente «fascistas» a PP y Vox en las Cortes el míercoles- tras considerar que «desautorizan de manera permanente a los veterinarios de la Junta mientras otros señores les amenazan con el grado de violencia que se vio en Salamanca». El procurador de Unidas Podemos, Pablo Fernández, pidió el cese inmediato del consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, al que también tachó de «inútil, inepto e incompetente», al tiempo que culpó a PP y Vox de «haber azuzado» y promovido «el asalto» a la Delegación de la Junta en Salamanca de una «turba de exaltados».

El portavoz de Vox en las Cortes, Carlos Menéndez, que lamentó estos insultos, aseguró que su grupo «condena todo tipo de violencia» y anunció la presentación de una iniciativa en el Parlamento autonómico para que la Junta inste al Gobierno que salga de las urnas el 23J a adoptar las medidas necesarias para flexibilizar el Programa Nacional de Tuberculosis y así minimizar los perjuicios al sector ganadero.Por su parte, el portavoz del Grupo Popular, Raúl de la Hoz, no quiso entrar en «el juego de algunos de alimentar una exagerada y falsa polémica» por «una distorsión en los planteamientos del Ministerio y la Consejería». Lamentó, no obstante, los «insultos de personas que a duras penas se representan a sí mismos». Y zanjó: «No entramos a provocaciones estúpidas de nadie».