El juicio por la muerte de seis mineros espera ya su sentencia
Los acusados evitan utilizar su turno de palabra y los familiares de las víctimas exigen entre lágrimas «justicia»
Los acusados rechazan pronunciar las últimas palabras en el juicio por la muerte de seis mineros en La Hullera
Rosa Álvarez
León
Ocho semanas después de su inicio, el pasado 6 de febrero, el juicio por la muerte de seis mineros de la Hullera Vasco Leonesa (HVL) el 28 de octubre de 2013 quedó ayer visto para sentencia. Dieciséis acusados se han sentado en el ... banquillo de la sala de vistas número 18 del Juzgado de León, a la que acudieron a declarar hasta 80 testigos y peritos que se pronunciaron sobre las circunstancias del accidente. En ella se expusieron también las pruebas documentales, las conclusiones definitivas, los informes de las partes y se dio a los acusados la oportunidad de pronunciar su última palabra, opción que rechazaron. Con este último trámite se dio por concluida la vista oral, a la espera de que la magistrada dicten sentencia en los próximos días.
«Justicia» volvió a ser este jueves la principal petición de las familias de los fallecidos y heridos, porque «la pena nuestra va a estar mientras vivamos». Acudieron al Juzgado cada una de las jornadas de juicio y se les volvió a ver fundidos en abrazos tras haberse puesto punto y final a un procedimiento que esperaron durante casi diez largos años tras el accidente. Rosas, velas, carbón, cascos de la mina y pancartas fueron los elementos con los que buscaron, a la puerta del Juzgado, ser escuchados. «Que se acuerden de los muertos, que parece que se han olvidado», pidieron en la penúltima jornada, a la que acudieron acompañados de un ataúd y cinco 'cuerpos' inertes vestidos con fundas de la empresa minera que colocaron en fila sobre el suelo y que taparon con sábanas. Tampoco faltó el himno de los mineros, el Santa Bárbara Bendita, que sonó por los que «no volvieron a casa».
Mientras esto ocurría fuera, dentro esta semana se pudieron escuchar las conclusiones definitivas y los informes de las partes. El fiscal habló en la tarde de este martes y, como principal novedad, anunció que retiraba la acusación contra los cinco vigilantes a los que inicialmente había considerado responsables de los mismos delitos que el resto de los acusados: contra la seguridad de los trabajadores, de homicidio por imprudencia y de lesiones por imprudencia y por los que les pedía, también, la misma pena que al resto, de tres años y medio de prisión. Cabe recordar que él tampoco formulaba desde el principio acusación contra uno de los 16 imputados, el delegado minero Alberto Fernández Diez. En su opinión, tal y como indicó en su exposición, durante el procedimiento no quedó suficientemente acreditado que los vigilantes incurrieran en incumplimientos que tuvieran relación con el accidente, sino que eran «otras personas por encima de ellos» quienes tendrían que haber tomado las decisiones oportunas encaminadas a proteger la seguridad de los trabajadores.
«Cuando llegó a la mina un amigo le dio el pésame... Así nos enteramos»
Rosa ÁlvarezDiez años después, la cúpula de la empresa del carbón Hullera Vasco Leonesa se sienta en el banquillo por el accidente que costó la vida a seis mineros en León. Las familias exigen justicia
El fiscal mantuvo para el resto de los acusados la misma petición de penas por los mismos delitos y pidió a la magistrada «que dicte sentencia en los términos de condena» para ellos por considerar que «la obligación de la empresa era garantizar la seguridad y la salud de todos los trabajadores» y erró en su misión. Los mineros, dijo, fallecieron «por causa del metano, porque les faltó el oxígeno» y este gas es «un riesgo perfectamente conocido en la minería y hay unas normas y medidas para evitar sus consecuencias» que estimó que «no se adoptaron» de forma suficiente por parte de la empresa a la vista de los hechos.
Las defensas hicieron hincapié en el extremo opuesto, considerando que el accidente fue fortuito y que sus representados son inocentes. Advirtieron que «no poder identificar la causa exacta de lo que pasó lleva a que la sentencia sea forzosamente absolutoria» y rechazaron que existiera un ambiente de miedo entre los trabajadores porque «nadie comunicó nada».
Por su parte, las acusaciones siguieron considerando a los 16 imputados como autores de los delitos, aunque valoraron que los responsables «son todos los que están, pero no están todos los que son», rechazaron que lo ocurrido hubiera sido «inevitable ni fortuito» y lamentaron que los niveles elevados de metano se hubieran «normalizado» en la empresa.
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