La carta del otro Pedro, el alcalde de un pueblo de Palencia que emula con ironía el «tiempo de reflexión» de Sánchez

«Carta a la ciudadanía», así comienza el escrito. Largo, también, aunque no tanto como el lanzado desde el Palacio de La Moncloa, en el que el alcalde de Villarmentero de Campos, emulando y dando una vuelta a párrafos de Sánchez, argumenta su decisión.

«No suele ser normal que un alcalde se dirija a ustedes por medio de una carta», arranca Pedro Burgos, quien justifica que la «gravedad del momento y la necesidad de sosegar mi vida me lleva a expresar mis opiniones y hacerlas públicas». A renglón seguido, deja claro que ni su mujer ni él están siendo investigados por supuestos delitos de tráfico de influencias ni de corrupción en los negocios, que tampoco los medios de comunicación se hacen eco, ni existe hecho que esclarecer como tampoco «falsedad de la que defenderme», del mismo modo que no existe «estrategia de acoso y derribo»...

Pero, ahí entra en el asunto que más le toca al frente del Ayuntamiento de esta localidad de Tierra de Campos a algo más de 40 kilómetros al norte de Palencia capital. «No cobro nada por ser alcalde de mi municipio, ni por desplazarme a reuniones, ni por usar mi móvil», tampoco por el tiempo y dedicación a los vecinos. «No cobro comisiones por madrugar el día después de la fiesta patronal para barrer la plaza y adecentarla antes de la procesión de San Martín», nada de ingresar algo por ir a las reuniones en la Diputación o la mancomunidad....

Y en ese suma de labores sin remunerar, Pedro Burgos -en el cargo desde hace nueve años- no olvida que ayuda a desbrozar el cementerio, voltear las campanas o colocar una bombilla en la farola «para ahorrar dinero al pueblo».

Lo suyo no es algo único, reconoce, pues no se olvida de que lo mismo que él, lo hacen «la mayoría de alcaldes de pequeños municipios» que trabajan «por nuestros vecinos altruistamente, perdiendo tiempo, dinero y paciencia». No falta alguna discusión y «malas caras» de algún vecino que sí es lo que se lleva a casa.

Así que, «por estas razones es hora de plantearse si merece la pena todo esto». «Si fuéramos altos cargos con buen sueldo, con buenas jubilaciones, avión privado y buenas dietas igual valdría la pena», apostilla en otro párrafo cargado de ironía y crítica.

Pedro Burgos abre de este modo su «periodo de reflexión». «Me plantearé si seguir trabajando por mi tierra merece la pena, si merece la pena quitar tiempo de mi vida marital y del tiempo de mis hijos», espeta el alcalde, quien avanza que ya dará a conocer la decisión «cuando la tome», eso sí, para eso no hay fecha exacta «porque una pausa para recapacitar no puede estar sujeta a tiempos medidos, como si lo tuviese todo plantado», concluye lanzando otro dardo.