El portavoz de Vox, Iván Sánchez, ha señalado que ambos episodios «representan el fracaso de la gestión sanitaria en nuestra región y la falta de control de un Gobierno más preocupado por su imagen que por la salud de los castellanomanchegos».
«No estamos hablando de estadísticas, sino de vidas. De mujeres que han sufrido retrasos injustificados en sus diagnósticos y de profesionales expuestos a riesgos evitables. Lo que está ocurriendo en Talavera y en Toledo no son casos aislados: son el reflejo de un sistema sanitario deteriorado por años de dejadez y politización», ha afirmado.
Sánchez ha subrayado que la situación actual «no es fruto de un error puntual», sino de la responsabilidad histórica del Partido Socialista que «durante décadas ha privado a los castellanomanchegos de una gestión eficaz y transparente de la sanidad regional».
«El PSOE ha creado un sistema burocrático, ineficiente y alejado de los pacientes. Se cambian los sillones, pero no asumen responsabilidades. Castilla-La Mancha no necesita propaganda, necesita gestión y resultados», ha denunciado.
Auditoría integral
Vox ha solicitado una auditoría integral sobre la gestión sanitaria en relación con los cribados y las intoxicaciones, y ha pedido además que la Fiscalía actúe de oficio para determinar posibles responsabilidades. A ello se suma ahora la petición de reprobación parlamentaria del consejero de Sanidad.
«Resulta incomprensible que el consejero comparezca hoy para hablar de algo tan rutinario como la campaña de vacunación, pero no para explicar lo ocurrido en Talavera o Toledo. La transparencia no se predica, se practica», ha subrayado Iván Sánchez.
«El Gobierno regional debe asumir que la sanidad de Castilla-La Mancha necesita responsabilidad y soluciones. Sin responsables, no hay solución», ha concluido.
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