La partitura original, donada por el compositor, contiene una dedicatoria: «A mi apreciada y soñada ciudad de Toledo, capital de Castilla-La Mancha, esencia de España y fundamento de Europa«.
Un texto que simboliza el afecto y admiración del músico y compositor por Toledo y muy especialmente por su vinculación con las tierras toledanas, pues su ascendencia proviene de la cercana villa de Mora.
'Canto a Castilla-La Mancha' es una obra sinfónico-coral que glosa la fortaleza de nuestras tierras: «desde la verde Alcarria, Campos (de Montiel, San Juan, Calatrava, Hellín, Almansa), Montes (de Toledo y de la Alcudia) y la Jara; desde sus Serranías (de Guadalajara, Cuenca, Alcaraz, Señorío de Molina) y las Tierras Llanas».
En palabras del compositor, es «un compromiso con la diversidad de los territorios y el canto a la honestidad, fortaleza y lealtad de Pueblo de Castilla-La Mancha».
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