TRIBUNALES

El asesino de Romina Celeste dice arrepentirse «profundamente» y pide perdón

En su derecho a la última palabra: «Pido perdón a la familia, aunque no lo merezca, se lo ruego a la familia de Romina, a la mía y a la sociedad»

El asesino de Romina Celeste confiesa el brutal crimen cuatro años después

El asesino confeso de Romina Celeste en su entrada en el juzgado EFE/ Elvira Urquijo A.

Laura Bautista

Las Palmas de Gran Canaria

Raúl D.C., el marido de la joven paraguaya Romina Celeste Núñez, ha ejercido su derecho a la última palabra pidiendo perdón a la familia de la víctima, la suya propia y la sociedad en general por maltratarla, matarla, asar su cuerpo y lanzarlo ... al mar, asegurando que «aunque no lo merezca» está «profundamente arrepentido» de su crimen.

El único sospechoso del brutal crimen confesó después de 4 años todos los hechos en la primera jornada del juicio, limitándose a declararse culpable sin más explicaciones y ha permanecido en silencio el resto del proceso hasta hoy, donde ha pedido el perdón de la sala. «Me arrepiento profundamente de lo que pasó. Pido perdón a la familia, aunque no lo merezca, se lo ruego a la familia de Romina, a la mía y a la sociedad. Aceptaré la pena que me sea impuesta por este tribunal e ingresaré voluntariamente en prisión«.

Raúl D.C. había maltratado a su esposa Romina Celeste en varias ocasiones, hasta que en la madrugada de Año Nuevo de 2019 la mató y se deshizo del cadáver. Su abogado ha recalcado la colaboració y que se haya «remado en la misma dirección» y ha recordado que la indemnización ya abonada en su práctica totalidad por el acusado «servirá para que los hijos de Romina tengan garantizada su educación y que, en cierto modo, cese el sufrimiento de la madre y de la familia de Raúl».

En esta tercera y última sesión, tras la participación de las partes, peritos y testigos, se ha dado lectura de las conclusiones finales que se han ceñido al delito e homicidio, mientras que la acusación del Instituto Canario de Igualdad (ICI) ha insistido en la solicitud de delito de asesinato.

De esta forma, se solicita para Raúl D.C. a un total de 15 años y 9 meses de cárcel, que son el sumatorio de los 12 años y seis meses por un delito de homicidio consumado, 1 año y 9 meses por maltrato habitual, 6 meses por una de las agresiones confirmadas en el Gran Hotel Arrecife, 9 meses por la agresión en los días previos al asesinato y 3 meses por profanación de cadáver, así como de una multa de seis euros al día durante seis meses por simulación de delito por la denuncia de desaparición falsa emitida.

Durante su intervención, el fiscal ha apuntado que solo se han tenido en cuenta los atenuantes puramente técnicos como el de reparación económica del daño y aunque «pueda parecer poca pena por un hecho cruel» es lo que establece el sistema actual. «Estamos hablando de homicidio y no de un asesinato porque no se puede acreditar que haya habido una agresión con alevosía», al carecer del cuerpo.

Por su parte, la abogada de la familia ha insistido que el reconocimiento de los hechos no es por arrepentimiento sino «porque hay pruebas suficientes» que acreditan «todos y cada uno de los delitos. Además, ha denunciado que la pena máxima por profanar un cadáver, con lo «dantesco» de este caso, sea cinco meses.

Ha apuntado los «fallos del sistema» recordando que la familia ha tenido que «soportar que se ponga en el calle al autor de los hechos y que sufra la familia, que todavía no tiene los pocos restos que quedan de Romina», tal y como ha pedido su madre en varias ocasiones. Coincidiendo con la declaración de los peritos forenses que intervinieron en juicio ayer, «no hay arrepentimiento» y Raúl D.C. «es consciente y planificó durante cinco días lo que hacer con el cadáver. Hay teatralidad, manipulación y victimismo».

Por su parte, el Instituto Canario de Igualdad ha lamentado la «poca implicación» del entorno cercano de la víctima ya que los dos amigos de la pareja no denunciaron el maltrato, a pesar de haber tenido muestras de él en varias ocasiones.

Culpable por unanimidad

El jurado popular a cargo del juicio ha declarado probados todos los hechos imputables por unanimidad de sus 9 miembros, que han considerado a Raúl D.C. culpable de todos los delitos.

Por su parte, el fiscal ha pedido 15 años, 9 meses y 4 días, a lo que todas las partes, incluida la defensa, se han adherido.

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