Analizarán el ADN de 81 fusilados de Calatayud que están enterrados en el Valle de los Caídos

En una carta remitida al portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Calatayud, Víctor Ruiz, la Dirección General para la Memoria Histórica –adscrita al Minsiterio de Justicia- confirma ese proceso de exhumación y análisis de ADN. El director general para la Memoria Histórica, Fernando Martínez López, explica que, para dar con los restos de los hermanos Lapeña, «será necesaria la práctica de las correspondientes pruebas de ADN a los restos de las 81 personas inhumadas [en el Valle de los Caídos] procedentes de Calatayud».

Los restos de los hermanos Lapeña fueron reclamados por sus familiares hace unos años. Entablaron una larga batalla legal para conseguir que se les devolvieran los restos mortales de esos dos hermanos. La Justicia les dio la razón, y a partir de ahí arrancó un complejo proceso administrativo para disponer el acceso a la cripta del Valle de los Caídos y articular los trabajos especializados a realizar para dar con esos restos en concreto.

Los 81 fusilados procedentes de Calatayud se encuentran en el nivel tercero de la cripta adyacente a la capilla del Santo Sepulcro del cementerio del Valle de los Caídos. Con asistencia técnica del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en los últimos meses se han realizado las obras que permiten acceder a esa zona concreta de la cripta, según explica también en esta misma carta el director general para la Memoria Histórica .

Pero, pese a que serán alcanzados y analizados los restos mortales de esas 81 personas, solo las de los dos hermanos Lapeña regresarán a Calatayud para serles devueltos a sus familiares. «Los otros 79 serán de nuevo depositados en el Valle de los Caídos, en contra de lo que desean también otras familias», ha lamentado Víctor Ruiz.

Hace escasas semanas, la cuestión generó un crispado debate en el Pleno del Ayuntamiento de Calatayud. El PSOE presentó una moción en la que se instaba al Ayuntamiento a solicitar el regreso de esos 81 restos al cementerio de Calatayud, del que salieron por decisión de las autoridades franquistas y con la participación del Ayuntamiento en la primavera de 1959. La moción de los socialistas no prosperó: contó con los votos a favor de la Chunta y de Aragón Sí Puede, pero fue rechazada con los votos en contra del gobierno municipal PP-PAR, liderado por el alcalde José Manuel Aranda, y con la abstención de Ciudadanos.