Antoni Mascaró, el segundo eslabón de Armengol con la trama Koldo
El ex subdirector de Compras y Logística del IB-Salut certificó que el contrato con Soluciones de Gestión se había desarrollado «sin incidencias»
El Gobierno de Armengol destruyó 80 palés de mascarillas por «inundación»
Aldama tenía que colocar por contrato mascarillas a Baleares, Canarias e Interior
Palma
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Iniciar sesión«Tengo la conciencia muy tranquila y lo volvería a hacer». Antoni Mascaró presumía de su ejemplar gestión al frente de la central de compras del Servicio balear de Salud en 2021 cuando le preguntaban por las dificultades que vivió para traer material sanitario ... en plena pandemia. «Fue un éxito traer material en cantidad y en rapidez», declaraba en la publicación sanitaria regional 'Salut i Força' sin que nadie sospechara entonces que tenía un millón y medio de mascarillas inservibles arrumbadas en un almacén de Palma.
Mascaró sacó pecho cuando hacía más de un año que había mentido en un documento oficial. Con su firma dio fe pública de que el contrato con Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL se había desarrollado «sin incidencias» y de «forma satisfactoria», aunque lo cierto era que ya sabía que los cubrebocas -que costaron 3,7 millones de euros- no servían para proteger a los médicos de la pandemia, que es para lo que se habían comprado en abril de 2020.
Avaló así a la empresa de la presunta trama corrupta vinculada al entorno del ex ministro José Luis Ábalos, que proporcionó un lote de mascarillas que no eran FFP2 sino otras que no cumplían el estándar mínimo de calidad.
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Cuatro años más tarde, con una investigación en curso y varios documentos que lo implican en la compra fallida de mascarillas, Mascaró no ha cambiado de opinión. Ahora en el sector privado, en la central de compras de un conocido hospital privado de Palma, no quiere hablar con los medios de comunicación. Fiel al PSOE balear de Francina Armengol, aseguran fuentes de su entorno que no tiene ninguna intención de tirar de la manta. Él es una de las piezas clave del caso mascarillas que investiga la Fiscalía Europea, ya que Mascaró conoce de primera mano cómo se gestó esta polémica compra, cuya principal incógnita sigue abierta: ¿con quién del Gobierno de Armengol contactó inicialmente la empresa de la trama, sin referencias previas y ajena al sector sanitario?
Mascaró es el segundo eslabón de esta cadena de contactos. El subdirector de Compras y Logística del Servicio de Salud fue quien otorgó el 'pasaporte' a Soluciones de Gestión para que pudiera tratar con otras administraciones. Acreditó un trabajo fetén que no se correspondía con la realidad.
Además, cerró el trato el mismo día que Soluciones ofreció un avión cargado de mascarillas desde China. En cuestión de horas, el subdirector de Compras y Logística puso en contacto a la empresa Soluciones de Gestión con Latinmar, que sería el representante aduanero del Servicio balear de Salud en esta compra, para que se coordinasen en la entrega del material.
Mascaró fue también quien frenó la segunda compra de mascarillas tres semanas después del primer pedido fallido. El cargamento de un millón y medio de cubrebocas estaba inmovilizado y sin uso en el antiguo hospital Son Dureta de Palma, tras sospecharse desde el primer momento que no eran FFP2, como constató poco después, en junio de 2020, el Centro Nacional de Medios de Protección.
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Ya después del batacazo electoral de Armengol de mayo de 2023, Mascaró dejó un informe propuesta sin ejecutar -el último día de legislatura, el 6 de julio de 2023- aunque con un criterio beneficioso para Soluciones de Gestión SL, ya que exigió sólo la diferencia del precio entre la mascarilla FFP2 pedida y la presunta quirúrgica servida. En total, propuso una reclamación de 2,6 millones de euros y no los 3,7 (más gastos casi cuatro) que se han perdido por la falta de uso. Un último movimiento con el que quiso cubrirse las espaldas.
«Tengo la conciencia tranquila con eso: hicimos lo que teníamos que hacer y lo volveríamos a hacerlo en el caso de otra pandemia similar. No ha habido en ningún caso ninguna limitación, ni presupuestaria. Se han dedicado todos los esfuerzos a la gestión de la pandemia en el momento en que era necesario», promulgaba Mascaró pese a todo. También presumía de no haber tenido límite presupuestario y haber pagado el material sanitario «muy por encima del precio de mercado».
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