El Gobierno de Armengol destruyó 80 palés de mascarillas «por inundación»

Según los testimonios y documentos consultados por ABC, Mascaró reclamó la destrucción del material con «máxima urgencia». Fue en febrero de 2023 cuando el entonces subdirector de Compras y Logística del Servicio de Salud de las Islas Baleares (IB-Salut) ordenó destruir unos 80 palés de material sanitario, en concreto mascarillas, batas de protección para los sanitarios y test de antígenos.

Las órdenes trasladadas fueron que el material sanitario debía ser «eliminado» antes de 48 horas y que era «defectuoso por una inundación» sufrida en el almacén, alquilado por IB-Salut y sito en el polígono industrial de Marratxí, localidad mallorquina limítrofe con Palma.

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Mayte Amorós

En febrero de 2023 se registraron más precipitaciones de las habituales en la isla de Mallorca y, aunque la nave industrial donde se guarda el material sanitario es nueva, se produjeron «filtraciones» que habrían inutilizado una gran cantidad de equipos de protección individual (EPI) -mascarillas y batas- y también algunos palés que contenían test de antígenos. Por la información que trasladó Antonio Mascaró, todo el material contenido en 80 palés había quedado inservible y no quedaba otra opción que destruirlo.

Fuentes confidenciales consultadas por ABC, vinculadas al área de Salud del Gobierno autonómico, dudan de la urgencia con la que se ordenó destruir el material y de que todo estuviera estropeado, pero fuentes oficiales del Ejecutivo insular, de signo político opuesto al del momento de los hechos que aquí se narran, confirman la existencia de la inundación y que la mercancía tuvo que ser destruida.

En lo que sí coinciden ambas fuentes -tras insistentes consultas por parte de este diario ante la ausencia de respuestas- es en que la pérdida la asumió el Gobierno balear, pues ningún seguro se hizo cargo, ni tampoco el propietario de la nave industrial. El coste del material asciende a «unos 500.000 euros», según informó a ABC el Departamento de Salud del Govern. Confirman estas fuentes que el seguro del Servicio de Salud no cubría el material sanitario almacenado y que el propietario de la nave sólo se encargó de reparar las filtraciones, los lugares de la estructura de la nave por los que entró el agua de la lluvia y provocó una «inundación».

Poco después de este suceso, las mascarillas defectuosas que el Gobierno de Armengol había comprado en 2020 a la empresa Soluciones de Gestión, la investigada en el caso Koldo, fueron trasladadas desde las instalaciones del Hospital Son Dureta -donde empezaban las obras de reforma- a este misma almacén, en el que aún se conservan. Por ello, IB-Salut asevera que el material destruido es distinto a las mascarillas 'fake' del exasesor del Ministerio de Transportes, que se conservan «en su totalidad». La intención del Gobierno de Marga Prohens es recuperar el dinero, pero se encuentran con un grave contratiempo: el mismo Antonio Mascaró que ordenó destruir los citados 80 palés es el alto cargo que expidió un certificado de idoneidad a Soluciones de Gestión, que la empresa en cuestión arguye para no devolver cantidad alguna, dado que el cliente certificó por escrito que el material era conforme a lo comprado (ver información adjunta). Las mascarillas costaron 3,7 millones de euros, pero el Govern reclama 2,6, la diferencia entre las mascarillas FFP2 que pidieron y las que recibieron, que eran quirúrgicas, las más básicas.

En octubre del año pasado Antonio Mascaró fue relevado en el cargo de subdirector de Compras y Logística, cargo al que accedió Rafael Marcote, precisamente el coordinador de almacenamiento del Servicio de Salud que participó en la destrucción del material sanitario defectuoso por orden del propio Mascaró. Marcote continúa en el cargo.