El Rey, hace 25 años, en Ermua: «Los españoles han dicho ¡basta ya!»
Presidió el funeral de Miguel Ángel Blanco el 14 de julio de 1997. Fue el acto más significativo hasta el momento de Don Felipe como Príncipe de Asturias
Ermua, 25 años después de Miguel Ángel Blanco
Madrid
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Iniciar sesiónA mediodía del 14 de julio de 1997, el féretro con los restos mortales de Miguel Ángel Blanco fue trasladado a lo largo de un kilómetro desde la parroquia de Santiago Apóstol hasta el cementerio de Ermua. La crónica publicada ... en ABC al día siguiente contó que «una multitud abarrotó el recorrido de la comitiva fúnebre»: «Al grito de ¡libertad, libertad! y ¡asesinos, asesinos!, miles de personas aplaudieron sin cesar hasta la entrada del camposanto».
Decenas de miles de personas se congregaron en Ermua hace 25 años para asistir al funeral de Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA. Felipe VI, por entonces Príncipe de Asturias, presidió la misa, que fue oficiada por el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez.
«Nunca podré olvidar cada instante de aquel día. Como todos los españoles que amamos la vida y la libertad, estaba consternado, conmovido, desolado. Yo tenía entonces 29 años, la misma edad que Miguel Ángel Blanco cuando lo asesinaron», recordó Felipe VI el pasado domingo, durante el homenaje de Estado al concejal popular por el aniversario de su asesinato. El Rey advirtió que «no podemos permitir que haya generaciones que ignoren lo que pasó».
La presencia del entonces Príncipe de Asturias hace 25 años en Ermua supuso el primer acto significativo de Don Felipe en materia de terrorismo. Fue además el acto más potente al que iba, ya que hacía un año que había terminado sus ciclos académicos y las actividades oficiales en la agenda de la Casa Real comenzaban a intensificarse para el Heredero de la Corona.
Felipe VI, el 14 de julio de 1997: «El dolor de la familia Blanco Garrido y su angustia durante estos días es el dolor de nuestra familia y es el dolor que han sentido unánimemente todos los españoles que amamos y respetamos la vida y la libertad»
«Vengo a Ermua a testimoniar, en nombre de la Familia Real, que como comprenderán habrían querido estar aquí todos, a testimoniar su más profundo pésame, su dolor y su firme repulsa a este último atentado terrorista, que tan directamente ha afectado a la familia Blanco Garrido y que nos ha sobrecogido a todos», afirmó el entonces Príncipes de Asturias el 14 de julio de 1997. Y añadió: «El dolor de la familia Blanco Garrido y su angustia durante estos días es el dolor de nuestra familia y es el dolor que han sentido unánimemente todos los españoles que amamos y respetamos la vida y la libertad y se ha expresado con una rotundidad y una honestidad impresionantes, frente a aquellos que sólo pueden manifestar odio, incluso muerte y que todos sabemos quienes son».
Don Felipe realizó estas declaraciones a un grupo de periodistas una vez terminó el entierro de Miguel Ángel Blanco. «Quiero aprovechar esta ocasión para expresar el apoyo de la Familia Real a la sociedad vasca, al pueblo vasco, en esta lucha cívica, serena y pacífica contra el terrorismo de ETA y sus cómplices y quiero aprovechar también para felicitar y agradecer a todos los españoles sus muestras de afecto, de solidaridad y dolor desde todos los rincones de España. Ha sido una muestra sincera de dolor y que acompaña en estos momentos a la familia Blanco Garrido, a los vecinos de Ermua, al Ayuntamiento y a todo el pueblo vasco. Los españoles y, en particular, los vascos han hablado con una sola voz y han dicho ¡Basta ya!», concluyó.
El Rey, en Ermua: «No podemos permitir que haya generaciones que ignoren lo que pasó»
M. Villamediana«Pedimos que no se silencie nuestra voz. Solo unos mataban y solo otros morían», ha asegurado la hermana del concejal asesinado
Como hace 25 años, el pasado domingo Don Felipe estuvo con los familiares de Miguel Ángel Blanco y de Sotero Mazo, otro vecino de Ermua asesinado por ETA en 1980. Marimar Blanco agradeció al Rey que hubiera vuelto para el homenaje a su hermano. Juntos recordaron aquel 14 de julio de 1997. «La muerte de Miguel Ángel Blanco fue muy impactante para él. No solo por lo que supuso el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco en la sociedad, también porque él y Don Felipe tenían la misma edad. Esa cercanía fue un choque muy fuerte para él», explica un testigo de ambos actos a ABC. Unos días que, en palabras del Rey del pasado domingo, «nos recuerdan también que tenemos que defender, como un deber permanente, los derechos de los que fueron privados Miguel Ángel Blanco, Sotero Mazo y todas las víctimas del terrorismo: la vida, la libertad, la dignidad».
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