En esta ocasión no atañen a la temporada en curso, sino a la que se abre el próximo mes de septiembre y que cubre el período 2023-2024, que nace con bonanza en el presupuesto: 6.672 millones de euros más (un 14%).
La primera de las novedades sin embargo es restrictiva, pues deja la próxima tanda de Turismo de Social en 813.000 plazas, más reducida que las anteriores. La estrategia sorprende si se tiene en cuenta que las plazas de Turismo de Interior se habían visto incrementadas en 28.442 de cara a los viajes que están teniendo lugar desde el pasado otoño.
La previsión de ocupación refrenda la caída de la oferta, pues se augura que sólo 734.000 plazas terminen ocupadas, es decir, el 90% de las mismas.
El segundo cambio es, sin embargo, de ampliación. El número de estancias crecerá de manera notable hasta los 6 millones y medio (6.504.000), lo que implica un incremento de 380.354 pernoctaciones en la previsión.
Aunque desaparecen los viajes de 15 días, el resto se amplía a una media de ocho días por estancia.
Todos estos aspectos están recogidos en el Presupuesto del Imserso para 2023, donde se hace balance y memoria de objetivos y del que se extrae una llamativa estabilidad del programa de Termalismo. Frente a los citados cambios en las plazas y duración de estancias de Turismo Social, el disfrute terapéutico en balnearios no cambia: se mantienen sus 192.000 plazas previstas.
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