Tasa turística… ¿patadón p'adelante?

De momento, tras la reunión entre Junta, municipios y empresarios, se ha decidido crear un Observatorio para analizar más exhaustivamente la realidad. Dicho así, la cosa sonaba a patadón p'adelante. Ya se sabe que en los parlamentos, cuando no se sabe qué hacer, se crea una comisión; y en los gobiernos, un observatorio.

Pero tal vez se ha simplificado demasiado el debate, y se ha olvidado que la legislación tributaria española tiene sus singularidades. De momento, lo que existe en Cataluña y Baleares, aunque se llame tasa turística, o 'ecotasa' en Baleares para ponerse más estupendos, no es una tasa sino un impuesto autonómico. Un impuesto graduado por la calidad de los establecimientos, pero un impuesto autonómico que exige soluciones ante la realidad tan diversa y desigual de Andalucía.

Muchos expertos entienden a los alcaldes, claro, pero, de hecho, creen que la tasa turística ni es el problema ni es la solución, sobre todo ante algo cuya envergadura va mucho más allá y pasa por la sostenibilidad del modelo turístico y la propia financiación municipal. La mala financiación de las ciudades es un verdadero agujero negro. Por tanto, más allá de los problemas técnicos del impuesto llamado tasa turística, hay que plantear este debate más allá del parcheo. Están diciéndose demasiadas simplezas. A saber, en fin, si ese Observatorio dará algún resultado o se queda en patadón p'alante, pero de momento estaría bien que el debate adquiriese más entidad. Y que desde el Gobierno andaluz mejoren su comunicación, porque después de tanto tiempo, no han ayudado mucho a clarificar el debate sino a que se enrede más.