Got Talent: el embrujo de Triana la Canela por alegrías la lleva a la final, en una gala sin pase de oro

Tres aspirantes se la jugaban para la gran final del programa, que acompañarían a los otros tres elegidos la semana pasada, el caso de Hugo Molina y su tambor . Pero ya que no hubo pase de oro, todo quedaba en manos del público y cuatro podrían pasar a ser los elegidos. Tras las actuaciones, la audiencia votaba: el mago Marc fue el primer elegido, la pareja Leví y Estrella y el mago Keiichi Iwasaki . A los que se sumó Triana la Canela . Finalmente, los finalistas eran los siguientes: el dúo de bailarines Levi y Estrella y el mago Iwasaki eran los que más votos habían obtenido del público. Entre Marc y Triana quedaba la cosa para la final. El jurado debía elegir y viendo las actuaciones de ambos, la cosa estaba clara: sería Triana.

Edurne estaba afónica en esta segunda gala, pero venía bien preparada con una caja con una campanilla, una bocina y demás instrumentos para hacerse notar y que su garganta no sufriera.

El dúo Ángeles fue el primero en abrir la noche con una arriesgada actuación sobre patines y sobrevolando el plató, sorprendió al público y dejó boquiabierto al jurado. Luego los niños de minidanceteam.es y sus bailes acrobáticos enternecieron a todos con un musical entre zanahorias y conejos. Sión volvió a hacer su magia con su lírico cantando una de las canciones más difíciles del mundo. La siguiente actuación fue para el mago japonés Keichi Iwasaki , que convirtió el plató en un paseo en globo con varios trucos que no dejaron indifente al jurado, pero que quizás esperaba más. Ninguna de estas primeras actuaciones recibió el pase directo.

Triana la Canela llegó desde la ciudad de la Alhambra para arrasar con su arte por alegrías. Transportó al público con su baile y su gracia a uno de los patios del Generalife. Edurne la calificó como «artistaza», al igual que Paz. «Parece que lleva treinta años de carrera», decía Dani Martínez. «Esta semifinal está teniendo más nivel que la de la semana pasada», añadía Risto.

La tensión llegó con el El Porrúo , con varias pruebas de infarto. Venía dispuesto a batir su propio récord y primero movió un camión de Bomberos unos diez metros. Tras ello, levantó un coche de 800 kilos dándole una vuelta. Logró el aplauso del público, pero aún quedaba la última prueba: ponerse en la espalda una estructura con los miembros del jurado sentados. Lo logró con una increíble facilidad transportándolo unos metros.

El grupo What a beast emocionó al público con su actuación, con derroche de talento y baile. «Precioso y emotivo», lo calificó Edurne. «Sois el grupo de baile que mejor expresa sentimientos sobre el escenario», decía Dani Martínez. Y del baile al electro latino. El grupo Flowtime trajo un nuevo hit para intentar colarse en la gran final. De los canelones pasaron al afilador. Consiguieron levantar a tres de los cuatro miembros del jurado. Risto prefirió quedarse sentado. Señaló que tenían un morro que se lo pisaban, pero propuso el pase de oro para el grupo, aunque solo era para poner a prueba a los demás miembros del jurado. Al final no resultó.

Las acrobacias seguían en el escenario con Leví y Estrella . Una increíble y elegante actuación la de esta pareja de bailarines. Risto se preguntaba por la evolución del dúo durante el programa, con el rechazo de algunos de sus compañeros. «A mí se me ha olvidado respirar», señalaba Paz Padilla.

Llegó el turno de Raquel Cruz , que hizo las delicias con su majestuosa voz al más puro estilo de Lady Gaga y su «I will never love again». «Solo verte ahí encima siendo la diva que representas a mi me ha hecho sentir orgulloso», decía Risto. Edurne la calificó de «maravillosa». Paz Padilla propuso el pase de oro, pero solo le siguió su compañera Edurne.

Faboo no convenció al jurado ya que la propuesta era repetitiva y le pedían un poco más por ser la semifinal. Big Moon , el pase de oro de Paz Padilla, pisó al fin el escenario. No resultó muy acertada la actuación. Risto decía que no veía evolución y que parecía un karaoke de lujo.

Ahora llegaba el turno del pase de oro de Edurne, el mago uruguayo Marc García . En las audiciones entusiasmó al jurado, incluso a Risto, pero esta vez no convenció. Desorden en los trucos hizo perder el sentido a la actuación. «Esperaba más, como ha dicho Risto», comentaba Paz. Tanto Dani como Edurne alabaron al mago, que llegó a aburrir a parte del jurado. La última actuación y el pase de oro aún no había sido para ningún concursante. El último, Sakir Uyar se la jugaba literalmente con sus cuchillos. Clavó clavos con la cabeza e incluso partió palos de madera con la espinilla. «Yo sufro mucho», señalaba Paz. «A mí no me gustan este tipo de actuaciones», decía Risto. La suerte estaba echada para los aspirantes a la Gran Final. Por primera vez en la historia el pase de oro conjunto del jurado quedaba desierto. Todo quedaba en manos del público que podía meter a dos participantes directamente en la final. Los que se llevaron el gato al agua fueron Leví y Estrella, el mago Iwasaki y Triana la Canela.