El problema es la infrafinanciación de Andalucía, no los impuestos de Madrid

Sin embargo, el problema de Andalucía no es sobre la gestión (y recaudación) de estos impuestos menores, sino sobre todo el modelo actual de financiación autonómica. « María Jesús Montero, cuando era consejera de Hacienda, justo antes de ser ministra , calculaba la infrafinanciación de Andalucía en 4.000 millones de euros anuales; el Gobierno de Juanma Moreno entiende que aquella era una cifra exagerada, pero sí estimamos que sufrimos una déficit anual de ingresos de unos 900 millones de euros », afirma Ignacio Méndez, secretario general de Hacienda de la Junta de Andalucía. La ministra Montero ha estado muy atenta a la petición de Gabriel Rufián sobre la fiscalidad de Madrid, pero con la petición de ERC se solapa el debate sobre una reforma global del modelo que evite las verdaderas discriminaciones territoriales .

Lo cierto es que la ministra Montero lleva meses acariciando la idea de la armonización fiscal. El pasado 24 de octubre, en el XXIX Congreso de Inspectores de Hacienda, la titular de Hacienda ya manifestó su intención de «armonizar» impuestos, matizando que su apuesta pasa por no restar autonomía a las regiones. Para lograr esa difícil cuadratura del círculo, hay sobre su mesa un ramillete de propuestas y no existe , hoy por hoy, ninguna decisión tomada, según indicaron fuentes del Ministerio. La que más resonancia ha tenido es la de fijar unos límites en los impuestos cedidos a las comunidades autónomas ( sucesiones, donaciones, impuesto de transmisiones patrimoniales e impuesto de patrimonio ), de manera que las comunidades no puedan bajarlos más o subirlos por encima de unos topes que se establezca. Esta medida podría forzar a comunidades como la madrileña o la andaluza -que en 2019 acometió una revisión a la baja de los tributos sobre sucesiones y donaciones, IRPF y transmisiones patrimoniales- a subir la mayoría de sus tributos.

Pero no es la única solución que se plantea. Desde Hacienda también aportan otra posible opción , que pasaría por penalizar a las regiones que bajen los tipos mínimos fijados restándole esos recursos en la financiación que reciban del Estado. El modelo no está ni mucho menos cerrado. Y antes de decidir se va a escuchar lo que tenga que decir el grupo de expertos que se constituirá a principios de 2021.

Uno de los mayores especialistas en el actual sistema de financiación es el economista Ángel de la Fuente. En uno de sus artículos publicados en Fedea indica que el actual sistema de financiación autonómico es «excesivamente complicado y poco transparente, incomprensible para el ciudadano medio». Y apunta que «genera una cuestionable distribución de recursos entre comunidades autónomas que se caracteriza por una elevada desigualdad».

Las grandes perdedoras de un modelo «excesivamente desigual y esencialmente arbitrario» son Andalucía, Murcia y Valencia. Si el indicador medio en la financiación por habitante es 100 , hay regiones como Cantabria o La Rioja que reciben 120 y 115 respectivamente, mientras que Andalucía se sitúa en 95. «Existe un abanico de hasta 30 puntos porcentuales entre las regiones mejor y peor tratadas por el sistema», remarca.

Tras las exigencias de la Comunidad Valenciana, donde gobierna el PSOE con Compromís, Montero ha asegurado que 2021 será el año en el que se podrá revisar el modelo . Sin embargo, en la Junta de Andalucía consideran que en estos meses se ha perdido una buena oportunidad de corregir estos desequilibrios con una buena distribución de los fondos para hacer frente al Covid.

«En 2020 se han repartido recursos adicionales entre las comunidades de 16.000 millones de euros , y en el próximo año habrá otros 13.480 millones», recuerda Ignacio Mendez. «Si ese dinero está dedicado a financiar la sanidad, la educación y otros servicios fundamentales, se deberían haber corregido los desequilibrios del sistema de financiación con Andalucía y darle más a quienes menos reciben… Sin embargo, se ha agravado el problema, a Andalucía le han dado el 13,1%, el peso de su PIB en España , que es menor que su porcentaje de población en el conjunto de España, del 17,8%». Con este antecedente se reducen las esperanzas de que en 2021 el reparto sea más equitativo.

Para Ángel de la Fuente, aunque la reforma del sitema haya quedado relegada por la crisis del Covid, se pueden adoptar medidas correctoras para mejorar su funcionamiento . Propone hacer «inyecciones selectivas de recursos para reforzar la equidad del sistema y la capacidad de respuesta a la crisis de las autonomías, con especial atención a las comunidades que están peor financiadas » en la actualidad y a la protección de los colectivos más vulnerables.

El sistema es complejo, fruto de la propia naturaleza del Estado de las Autonomías, lo que «hace que, en la práctica, sea opaco». La realidad es que el «lógico objetivo de la convergencia queda comprometido» . Y esta «desigualdad entre territorios es tan peligrosa como las propias diferencias entre ricos y pobres dentro de una misma comunidad, ya que se genera una dinámica que es muy difícil de revertir», señala el economista Manuel Ángel Martín .

Ignacio Méndez recuerda que reducir los tributos autonómicos no es sinónimo de una merma en la recaudación . «Con nuestra reforma fiscal en sucesiones y donaciones se han recuperado más de 116.000 contribuyentes que estaban fuera». De esos 116.000 contribuyentes hay más de 9.000 que ganan más de 60.000 euros al año. «Se ha bajado la recaudación de sucesiones en 140 millones, pero en renta la hemos subido en 600 millones ; por cada euro que hemos perdido en sucesiones hemos ganado cuatro en renta».

La mayor parte de los recursos de la comunidad proceden del Estado a través de los distintos mecanismos del sistema de financiación. «Hablar solo de impuestos, y enfocar el debate en Madrid, es lesivo para Andalucía ... Lo que necesitamos es dotar de equidad al sistema», concluye.