PP y Ciudadanos 'vacunan' al Gobierno de Andalucía contra al 'virus' murciano y el trasvase de cargos

Ambos se han procurado así un escudo de protección extra para blindar el Ejecutivo andaluz de coalición ante la atmósfera de inestabilidad política y recelos mutuos que las mociones de censura y adelantos electorales han despertado a nivel nacional. PP-A y Cs se han comprometido a no quitarse los cargos electos mientras dure la legislatura , que concluye a finales de 2022. Para ello firmaron este martes un acuerdo de cinco puntos, que constituye una adenda al pacto de gobierno que sellaron tras las elecciones del 2 de diciembre de 2018 y que puso fin a casi 37 años de hegemonía del PSOE.

El documento lo recoge así: « Respeto a la autonomía de los dos partidos que integran el Gobierno andaluz , con el compromiso de que no se produzca ningún trasvase entre cargos de las formaciones política con representación parlamentaria». El pacto fue comunicado a las direcciones nacionales de ambas formaciones.

«Nos hemos comprometido a que todo el mundo se quede como está y después ya veremos; es la mejor forma de dar estabilidad a este gobierno », resumió el portavoz del Ejecutivo regional, Elías Bendodo (PP), en una comparecencia de prensa tras el Consejo de Gobierno donde el también consejero de la Presidencia y el vicepresidente de la Junta y líder andaluz de Ciudadanos, Juan Marín , hicieron público el documento firmado.

«Estamos hablando de que Cs no va a aceptar a ningún cargo ni responsable político del PP y el PP tampoco va a aceptar a ningún cargo de Cs si así lo pretendiera », recapituló Marín. Según fuentes del Ejecutivo, el pacto estaba fraguándose desde el pasado fin de semana. Dimisiones como la del senador de Cs y enemigo ‘íntimo’ de Marín, Fran Hervías , han podido precipitarlo. El exsecretario de Organización del partido durante la etapa de Albert Rivera comunicó el pasado sábado que abandonaba la formación naranja y se unía al PP por desavenencias con la dirección que lidera Inés Arrimadas.

El acuerdo, según indicaron tanto Marín como Bendodo, cuenta con el visto bueno de las direcciones nacionales de ambas formaciones. Y parece remar a contracorriente de la estrategia nacional del PP , que trata de seducir a cargos decepcionados con Cs. No es el único aspecto que marca la diferencia entre el PP andaluz y Génova. Las direcciones regional y nacional del partidomantienen pulsos internos en los congresos provinciales.

A despecho de los tacticismos políticos a nivel nacional, PP y Cs quieren trasladar que su coalición aguanta y que Andalucía está vacunada frente a mociones de censura y comicios anticipados como los convocados por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. En medio de una pandemia que obliga a centrar los esfuerzos en combatirla, ambas formaciones se prometen fidelidad mutua para «encapsular aún más al Gobierno andaluz hasta las elecciones, que serán cuando tocan, al final de 2022», enfatizó Bendodo.

El acuerdo persigue en su primer punto «agotar la XI legislatura, dotando a la comunidad autónoma de la estabilidad necesaria». Representa un recado a la oposición — Susana Díaz hablaba ayer de «pacto de supervivencia por sus sillones» de Juanma Moreno y Marín—, pero también un aviso a sus propios dirigentes nacionales para que se abstengan de inmiscuirse.

Bendodo, mano derecha del presidente andaluz, contó que habla casi a diario con el secretario general del PP, Teodoro García Egea , quien «ha comprendido y respalda la decision importante que hemos tomado de dotar de mayor estabilidad al Gobierno y que el mensaje debe ser que todos nos quedamos en Andalucía donde estamos, para que no haya injerencia ni ruido externo ». El documento pactado también aboga por blindar la sanidad, la educación y las políticas sociales», promover el impulso económico y «regenerar» la democracia después de «tres décadas de corrupción» del PSOE.

Marín se reunió ayer tarde con los diputados autonómicos del partido naranja para explicarles el acuerdo y cerrar filas tras el fracaso de la operación para sacar del poder al PP en Murcia. El compromiso se hace público horas después de una reunión extraordinaria de la ejecutiva de Ciudadanos en la que Arrimadas asumió errores de estrategia, ejecución y comunic ación de la moción de censura murciana. El vicepresidente andaluz se incorpora a la nueva ejecutiva nacional, una carga extra de obligaciones orgánicas que se suma a la gestión de una macroconsejería que aglutina las competencias de Justicia, Regeneración, Turismo y Administración Local.

Juan Marín también dio cuenta a la dirección nacional de Cs del acuerdo, una suerte de pacto antitransfuguismo a escala andaluza, similar al que han suscrito la mayoría de formaciones a nivel nacional. Para el líder regional de Cs, se trata de « reafirmar ese compromiso de Despeñaperros para abajo » y podría ser «extrapolable» a otras comunidades e instituciones. «Es un acuerdo entre los dos partidos para que se respeten unas reglas del juego», advirtió.

No hay que perder de vista que PP y Cs comparten gobiernos municipales de Granada y Córdoba . «Creo que cualquier persona que tenga cargo electo o de representación estaría incumpliendo este acuerdo» si se pasara al otro partido, respondió Marín a los periodistas que le preguntaron si el acuerdo también afectaba al ámbito local. El alcalde de Granada, Luis Salvador (Cs), evitó el lunes aclarar qué candidatura preferiría encabezar en el futuro. « Pregúntenle a Rappel », contestó a los periodistas.

Ejercicios de adivinación aparte, los socios mostraron este martes su compenetración en su negativa común a establecer un consentimiento expreso de los padres a las actividades extraescolares de sus hijos, el llamado ‘pin parental’ que les reclama Vox . Marín fue categórico: «No se va a implantar». «Este gobierno ha demostrado que está a prueba de bomba y cualquier factor externo no lo va a desestabilizar», sentenció Bendodo. La primera prueba de contraste serán las elecciones madrileñas del 4 de mayo, cuyos resultados pueden volver a remover los cimientos de la política.