La mala evolución del Covid deja a Andalucía sin viajes en Semana Santa

«El descenso de la curva de contagios se ha parado», señaló Moreno, que se mostró preocupado por la evolución de pandemia. «Tenemos una meseta ahora mismo que tiende a subir desde la semana que viene», añadió. Y esa perspectiva, explicó, obligaba a ser moderados a la hora de relajar las medidas que rigen la vida de los andaluces.

Por ello, según anunció el presidente, la movilidad seguirá cerrada entre provincias hasta el 9 de abril. Este era uno de los puntos que levantaba más expectación puesto que la Semana Santa suele ser un momento de escapadas y turismo. No será este año. Así, al cierre perimetral de la región acordado con el resto de las comunidades autónomas la pasada semana en el comité interterritorial de Sanidad, se suma también el cierre de la movilidad interprovincial. Esta medida, como el resto de las aprobadas ayer, entran en vigor este viernes 19 y se alargan durante tres semanas , de modo que afectarán de lleno a la Semana Santa. De hecho llegarán hasta el viernes 9 de abril.

El objetivo de evitar una cuarta ola de la pandemia, ahora que la curva muestra signos de cambiar de tendencia, pesó más que el deseo de Moreno de relajar las medidas. «Llevo semanas rompiéndome la cabeza para buscar soluciones», señaló el presidente andaluz que, sin embargo, advirtió que el crecimiento de la cepa británica, la falta de vacunas y la situación de los países del entorno, donde la pandemia vuelve a crecer, le obligan a cambios mínimos en las restricciones.

Pero sí habrá algo de apertura en virtud del «modelo andaluz mixto» de ponderar los efectos de la pandemia en la salud y la economía. Se notará por ejemplo en el horario de los comercios y actividades no esenciales así como en el de bares y restaurantes , que podrán abrir hasta las diez y media de la noche, media hora antes del nuevo horario para el toque de queda que se iniciará a las 23:00 horas para finalizar a las seis de la mañana. La actividad económica gana una hora, puesto que el horario límite era las nueve y media de la noche.

El nuevo horario comercial no se podrá aplicar en las zonas de la comunidad que tengan más de mil casos por cada cien mil habitantes. En esas localidades —una minoría ahora mismo— seguirá suspendida toda actividad no esencial hasta rebajar la incidencia.

Además, según fuentes del Gobierno andaluz, estas medidas tienen una salvedad. En los municipios de menos de 1.500 habitantes, con más de 500 o más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, las restricciones no serán automáticas, «sino acordadas específicamente por los comités provinciales de alertas» cada semana.

Asimismo se mantendrán el resto de normas fijadas por el Gobierno y las comunidades para el periodo de Semana Santa en los que respecta a reuniones. En el interior de espacios públicos no se permitirán reuniones de más de cuatro personas, tope que se eleva a seis personas para reuniones en el exterior. las reuniones privadas se circunscriben a convivientes.

Moreno razonó el tono conservador de las medidas en la situación epidemiológica en la que se encuentra la comunidad. «Andalucía está en un nivel de riesgo medio-alto», indicó el presidente andaluz, que añadió que la comunidad «está mejor pero no muy bien».

Consciente de las expectativas que había levantado un posible levantamiento de las restricciones de cara a la Semana Santa, Moreno pidió a los andaluces «prudencia y responsabilidad». «Esto hay que tomárselo muy en serio», indicó, porque «la situación está lejos de estar controlada pese a las vacunas».

El presidente andaluz señaló además que la falta de dosis y la suspensión temporal de la inmunización con el producto de AstraZeneca tras la muerte de una mujer en Marbella complican la situación y el objetivo de alcanzar el 70 por ciento de vacunación para el verano. De hecho, explicó Moreno, ahora mismo hay inmunizado algo más de 4 por ciento de la población. Sin embargo, el presidente pidió «seguir confiando en la ciencia».

El presidente agradeció «el ejemplo de los andaluces en este durísimo año» y comprometía la dedicación permanente de su Gobierno a la lucha contra la pandemia: «Nuestras decisiones podrán gustar o no gustar pero nadie podrá decir que el Gobierno de Andalucía, en la situación más delicada de la historia reciente, estaba pensando en otra cosa», concluyó.