CASO ERE

El dueño ugandés de Nilefós envió 4 millones a Islas Vírgenes antes de anunciar el cierre de la fábrica de Huelva

La planta onubense, que cobró 3,6 millones de la Junta, prestó dinero a otra sociedad en un paraíso fiscal

El expresidente de la Junta, Manuel Chaves, en un acto con candidatos del PSOE en 2008 EFE

La empresa Nilefós Química SA de Huelva, cuyos directivos están en paradero desconocido justo después de recibir fondos públicos de la Junta de Andalucía, realizó una transferencia bancaria de 4 millones de euros al Grupo Misa , radicado en las Islas Vírgenes Británicas, un ... territorio en el Mar Caribe que tiene una de las jurisdicciones más opacas del mundo. El juez del caso ERE, José Ignacio Vilaplana , acaba de recibir la copia del contrato de préstamo mercantil firmado por la sociedad filial y el grupo matriz (Misa) el 10 de mayo de 2007. Nueve meses después, el 11 de febrero de 2008, Nilefós presentó un ERE para despedir a sus 118 trabajadores ante la Delegación de Empleo de la Junta en Huelva y anunció el cierre de la planta alegando unas pérdidas «insostenibles».

El magistrado de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla investiga el supuesto desvío de dinero público por parte de la fábrica de detergente ubicada en el Polo Químico de la capital onubense. Nilefósconstituye una pieza separada de la macrocausa penal de los ERE , el sistema creado por la Junta de Andalucía para financiar el despido sistemático de trabajadores, beneficiando a intrusos, conseguidores, intermediarios y empresarios. El juez trata de averiguar el destino de 3,6 millones de euros que el Gobierno socialista pagó a la compañía antes del cierre de la planta en julio de 2009. Desde entonces, el dueño ugandés Nitin Jayant Madhvani ; el británico Stephen John Richard France, consejero delegado, y el director general de la planta, Biswarup Tarafdar, con domicilio en Calcuta (India), desaparecieron del mapa sin invertir un solo euro en la sociedad, como se habían comprometido ante la Junta, y sin devolver el dinero público.

El documento, aportado al juzgado por el que fuera director de Producción de la fábrica, Francisco Javier Dupuy Arnau, acreditaría que el capital que manejaba la sociedad domiciliada en Huelva acabó en una cuenta corriente de Misa (Madhvani Internacional SA) en la ciudad de Road Town, un paraíso fiscal utilizado por las empresas pantallas para camuflar transacciones artificiosas ideadas para gestionar inversiones millonarias y eludir impuestos. La transferencia se hace un mes después de que Madhvani comprara la factoría al grupo francés Rhodia. Se completa con otro préstamo de 440.436,61 euros que Nilefós Química SA, representado por Biswarup Tarafdar, realiza dos días antes a Nilefós Chemical and Minerals Ltd, otra sociedad inglesa propiedad del ugandés.El juez ha emitido una orden de búsqueda de los empresarios investigados; nadie les ha visto el pelo desde julio de 2009

El exjefe de producción de la fábrica declaró ante el juez que Nilefós « tiene 5 millones de euros metidos en las Islas Vírgenes Británicas y la Isla de Man ». Para averiguar le origen del dinero, el juez le reclamó por burofax los documentos de las transferencias a cuentas ajenas a la planta onubense. Ante el requerimiento judicial, Dupuy contestó que no obran en su poder dichas transferencias, pero «puedo recordar que se realizó a la empresa Nilefós Chemie en Bélgica» un abono de 500.000 euros en 2009, según declaró, y luego «fue reembolsado parcialmente a la cuenta» de la fábrica. El exdirectivo sí aporta al juez la copia del contrato de préstamo.

Prejubilaciones subvencionadas

La compañía retiró el ERE en 2008 después de que el entonces director general de Trabajo de la Junta, Juan Márquez , se comprometiera a cubrir con financiación pública la prejubilación de 33 trabajadores mayores de 55 años y un plan industrial que reorientaba su actividad hacia la fabricación de pienso.

Entre medias, el expresidente Manuel Chaves recibió un correo del presidente del comité del empresa , un delegado de UGT afiliado al PSOE, en el que le recordaba su promesa de solucionar el conflicto. Poco después, la Consejería de Innovación le concedió un incentivo a fondo perdido de 3,12 millones de euros (del que le anticipó 2,34 millones) y la Consejería de Empleo autorizó otra ayuda de 5,71 millones para las prejubilaciones, de la que pagó 1,28 millones. Madhvani se ahorró así los costes laborales que legalmente les correspondían a costa de todos los andaluces a través de la Junta.

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