La cuarta ola de coronavirus en Andalucía supera el test de la Semana Santa y crece seis veces más lenta que la tercera

Esta cuarta ola, como ya pasó con la tercera, está marcada por un periodo vacacional donde hay más relaciones sociales, más actividad económica y, se esperaba, más contagios. Pero no ha sido exactamente así. Si el tercer pico de la pandemia se disparó de forma vertical según pasó la Navidad , el fin de la Semana Santa no ha supuesto un petardazo para los datos de la crisis sanitaria.

Respaldan esa diferencia los números. Para hacer la comparación se ha tomado el último día de ambas fiestas -el día de Reyes en el caso de Navidad y el Domingo de Resurrección para la Semana Santa- y se ha observado la evolución de la curva epidemiológica diez días después, cuando ya deben notarse los efectos de las reuniones y apertura económica previa . Porque, además, el punto de partida de ambas olas fue muy similar en todos los parámetros. Su alcance, no lo parece.

La diferencia entre ambas olas se aprecia perfectamente en la incidencia acumulada (IA). Si el 6 de enero era de 237 casos por cada cien mil habitantes, el 16 subía a 692, un incremento del 191 por ciento. El Domingo de Resurrección la IA era de 172 puntos, que subió el 14 de abril a 225, un 30 por ciento más . Así, la primera ola creció seis veces más rápido que la cuarta.

Esa ralentización de la pandemia se observa igualmente en el número de hospitalizados y es especialmente obvia cuando se obervan los números de UCI. Vacunados el cien por cien de los mayores de 80 años andaluces y avanzado el proceso en el caso de los mayores de 60, la población más vulnerable a acabar desarrollando la enfermedad de manera grave está fuera de las «quinielas» para acabar en cuidados intensivos .

El resultado de eso es que la tercera ola supuso un incremento del 6 al 16 de enero del 162 por ciento en los ingresos en UCI que se redujo al 25 por ciento entre el 4 y el 14 de abril, ya en la cuarta ola. Los hospitalizados en cuidados intensivos crecieron 6,5 veces más intensos en el último pico que ahora.

Más datos para confirmar esta ralentización de la pandemia en Andalucía. Si en los diez días posteriores de Reyes los muertos fueron 867 (un incremento del 12,5 por ciento), en el mismo periodo tras el Domingo de Resurrección han sido 131, un 1,4 por ciento más. Visto de otro modo, las vítimas mortales crecieron casi nueve veces más rápido en la tercera ola que ahora .

Fuentes de la Consejería de Salud corroboran la mayor lentitud de la pandemia pero piden prudencia. Algo así se expermientó tras el verano y fue pasar el puente de diciembre y que los casos se dispararan. Sin embargo, explican que hay elementos para la esperanza. El principal es la vacunación. Andalucía ya tiene al cien por cien de los mayores de 80 años con al menos una dosis.

Con la población más vulnerable vacunada, entienden los expertos, es normal que se vean muchos menos muertos y un ritmo más bajo de ingresos hospitalarios. En total ya hay casi un 6,5 por ciento de la población con dos dosis. A eso se suman los 435.850 andaluces que han pasado la enfermedad y están inmunizados así. Son otro 5,1 por ciento del censo, de modo que ya hay un 11,6 por ciento de la población inmune al virus.

Al final, la ola sube pero al ralentí. Se obervó ayer, cuando la comunidad reportó 1.889 casos, casi 700 menos que el mismo día de la semana anterior . La incidencia acumulada, que se mantiene al borde del riegso extremo, estaba ayer en 225, cifra sobre la que pibota hace varias jornadas con ligeras subidas y bajadas. Granada es donde peor dato registran (391,4) y en Málaga está el mejor (117,4).