Andalucía prefiere que el cupo vasco se negocie en la nueva financiación autonómica

El Gobierno andaluz, con su presidenta a la cabeza, ha marcado el debate sobre un nuevo modelo de financiación autonómica como prioritario en su agenda política como medio para procurar la igualdad entre las comunidades y solucionar los conflictos territoriales, por lo que considera que no tiene sentido sacar el cupo vasco de ese debate que reclama con urgencia al Gobierno .

El vicepresidente del Gobierno andaluz, Manuel Jiménez Barrios , aseguró ayer al término del Consejo de Gobierno que los «deseable y conveniente para Andalucía» hubiera sido la discusión conjunta del cupo vasco como parte del nuevo modelo de financiación autonómica «no una simple reforma» que garantice una suficiencia financiera para prestar los servicios en igualdad y equidad en toda España.

De esta forma el Gobierno de Susana Díaz se posiciona con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig , quien considera que «no tendría ningún sentido que se aprobara el cupo vasco y no se aprobara el nuevo sistema de financiación». Ambos se muestran críticos con la posición del PSOE federal cuya portavoz parlamentaria Margarita Robles ya ha avanzado que respaldará «sin complejos» este jueves el concierto económico que rige la relación financiera entre el País Vasco y la Administración General del Estado porque es, dijo, un «hecho diferencial constitucional reconocido» .

De paso, Díaz se alinea también con Ciudadanos , el partido que desbloqueó su investidura y le ha servido de apoyo para gobernar en minoría y cuyo líder, Albert Rivera ya ha advertido que el acuerdo sobre el cupo no tiene en cuenta las «implicaciones increíbles» que tendrá «en los bolsillos de los españoles».

A este respecto el vicepresidente andaluz reclamó ayer que el nuevo modelo debe arreglar las desigualdades de los ingresos per cápita que tiene el actual sistema de reparto de los fondos del Estado y recordó que entre las regiones que más ingresos perciben -entre ellas el País Vasco- y Andalucía la desigualdad ha crecido un 66 por ciento.

En todo caso, Jiménez Barrios garantizó que «Andalucía siempre va ser una garantía de igualdad» y, por tanto, en ese sentido, «nada debe temer el Gobierno» central.