Ambiente caldeado a las puertas del Parlamento andaluz: «Nuestros derechos no se negocian»

La concentración, con una organización coral y a la que se han unido más de 45 colectivos feministas, ha reunido en torno a 2.500 manifestantes, según la Policía. BAjo el lema «Ni un paso atrás en igualdad y diversidad. Nuestros derechos no se negocian», una multitud ha protestado contra las políticas de Vox portando globos violetas o agitando banderas arco iris, republicanas, moradas, de UGT, Comisiones Obreras, CNT y Pacma .

Han coreado consignas como «en igualdad ni un paso atrás», «no estamos exagerando, nos están asesinando» o «fuera fascistas de nuestro Parlamento», «No queremos que nos machaquen. Comienza la revolución». Resuenan otros lemas como «Bonilla, escucha, estamos en la lucha». «Soy bruja. soy lista. soy feminista», podía leerse en un cartel.

Lourdes Garrido, del PSOE de Moguer , dice que viene a manifestarse para que no se dé un paso atrás porque «estamos muriendo todos los días» . Rafael Molina , Yayoflauta de 86 años de Córdoba, viene porque «a los ladrones los tienen que meter en la cárcel». Los ladrones son «los ministros que han mangado», ha señalado.

Catalina Carcelón viene en un viaje organizado por la Federación de la Mujer de la comarca nororiental de Málaga y señala que «el nuevo gobierno está en contra de igualdad» porque «quiere quitar todo lo de la violencia de género» (sic).

Han llegado mujeres de agrupaciones socialistas de todos los rincones. El PSOE es quien más manifestantes aporta pero no llevan ningún distintivo del partido, más allá de una pancarta violeta que portaban dirigentes del partio en Málaga. No quieren que se tome como boicot a investidura.

Otra manifestante, María Jesús Mojarra, de Sierra de Huelva , argumenta que «viene porque Vox ha hecho declaraciones que no le gustan, quiere que la mujer se quede en casa y el hombre trabajando». Modesta ha venido en un autobús. Es militante del PSOE de Aroche (Huelva) y señala que «nos están utilizando para hacer un pacto».

Inés, una joven, se manifiesta «en contra de la formación de un gobierno de extrema derecha », dice que PP y Cs «también son ultras». Nina, del colectivo Trans, viene a mostrar disconformidad hacia la «modificación de leyes que parecen estar ocultas en el pacto».

María del Carmen Lara, 64 años, pertenece al PSOE de Fuensanta, un pueblo jienense de 3.000 habitantes. Lamenta que el PSOE haya perdido el poder. Asegura que «le duele en el alma que los socialistas no estén en el gobierno» y califica a Ciudadanos de chaquetero: «Va al sol que más calienta». Manuel Júcar, 74 años, del PSOE de Fuensanta, viene con su mujer porque «no hay derecho que se unan tres para echar al PSOE, el más votado» . «Quieren quitar el día de Andalucía. No hay derecho», clama.

Pilar González, ex política del Partido Andalucista y hoy vinculada a Adelante Andalucía, quiere dejar claro que «la concentración no es contra resultado de las urnas sino contra los discursos peligrosos » que hay en el Parlamento.

Esgrimiendo un altavoz, Miguel Mendoza, de la Asociación de Pensionistas Marea de Cádiz, grita «a esta gente hay que echarlos , los honrados son los partidos emergentes. Hay que dar caña con dos cojones y ponerse los chalecos amarillos».

El PSOE de Málaga en la manifestación ha sacado una pancarta bajo el lema «Contra la violencia hacia las mujeres». Miguel Ángel Heredia, diputado del PSOE por Málaga, no ha querido hacer declaraciones, señalando que «yo soy uno más aquí». Junto a él estaba Beatriz Rubiño, miembro de la ejecutiva del PSOE andaluz.

Amparo Rubiales, presente en la concentración, alega que «esta manifestación no es contra nadie sino en defensa de derechos de mujeres y que no ha oído a Ciudadanos y PP apartarse de declaraciones de Vox contra la igualdad.

Otra socialista, Agripina Cabello, alcaldesa de Almensilla y vicepresidenta de la Diputación de Sevilla, afirma que «estoy apoyando al movimiento feminista, porque el PP no tiene mayoría con Ciudadanos y necesita a Vox, que exige derogar leyes de género . Hay muchas formas de no cumplir esas leyes aprobadas y teme un retroceso con este gobierno».

Manuel Rodríguez, agricultor de 73 años de Pilas, pertenece a Izquierda Unida. Viene a manifestarse contra el pacto de la derecha, que «es una vergüenza». «Nos quieren bajar las pensiones» dice.

Mariló Damián, de la asamblea de mujeres feministas subversivas de Córdoba, se rebela contra «las políticas de derecha, que no nos representan y está en contra del pacto de gobierno».