Alerta por listeriosis: Magrudis se prepara para la extinción de la empresa y de sus trabajadores

Fuentes consultadas por este periódico, en cambio, desmienten la versión de la empresa y apuntan a que su administrador habría dado los primeros pasos para el cierre definitivo de Magrudis, a la que se le viene encima una avalancha de reclamaciones de indemnización parte de afectados por la intoxicación alimentaria.

El j uzgado de Instrucción número 10 de Sevilla ya tiene abiertas unas diligencias a raíz de las denuncias presentadas por particulares afectados y Facua. A esta causa se han unido las denuncias –dos de la Consejería de Salud y una del Ayuntamiento de Sevilla-, mientras que la Fiscalía Superior de Andalucía investiga por otro lado a la empresa tras la denuncia presentada por la Asociación Defensor del Paciente y la Asociación Justicia por la Sanidad .

Existe el temor a que Magrudis no pueda afrontar las indemnizaciones. Facua sostiene que el supuesto seguro de responsabilidad civil que aseguran tener, de existir, sólo cubriría una ínfima parte de las indemnizaciones porque su cuantía se limitaría a 300.000 euros, según declararon al Ayuntamiento de Sevilla.

Magrudis no tiene ningún inmueble a su nombre para responder a las indemnizaciones que reclamen los afectados, y tampoco quien aparece en el Registro Mercantil como su socio único y administrador, Sandro José Marín Rodríguez , al que varios medios de comunicación han señalado como un testaferro de quien sería el verdadero propietario del fabricante de La Mechá, su padre, que se ha presentado públicamente como «gerente» de la firma, José Antonio Marín Ponce, según explicó ayer en rueda de prensa el portavoz nacional de Facua, Rubén Sánchez.

La actividad de la mercantil cesó a mediados de agosto, cuando se decretó una alerta sanitaria, ampliada el día 28 del pasado mes a todos sus productos, después de que la Junta de Andalucía descubriera que había estado vendiendo también morcilla, chorizo picante y chorizo dulce , sin informar previamente. El 30 de agosto las instalaciones de la mercantil administrada por Sandro Marín Rodríguez, ubicadas en el Polígono El Pino de la capital andaluza, fueron clausuradas y precintadas por el Ayuntamiento de Sevilla, que tenía la competencia inspectora de este establecimiento. El Consistorio cerró la empresa tras constatar que no tenía licencia de actividad y había realizado obras de ampliación sin ningún tipo de permiso.

A nivel sanitario, el brote, que ha afectado en Andalucía a 210 personas y ha causado tres muertes y siete abortos, ha dado una tregua durante los últimos dos días, en los que no se han registrado más infectados. La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo , destacó que no se han registrado casos de personas que hayan enfermado por consumir productos de la empresa gaditana «Sabores de Paterna», que fueron retirados el viernes tras detectarse otro foco de carne mechada contaminada.

La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) defendió ayer « los estrictos controles a los que se somete la industria cárnica de nuestro país y que dan como resultado uno de los niveles de seguridad alimentaria más altos del mundo».

Lo que no da tregua es la trifulca política. El PSOE ha llevado el asunto a Bruselas. La eurodiputada Clara Aguilera preguntó a la Comisión Europea si fue informada de la alerta por la Junta. La líder del PSOE-A, Susana Díaz, pidió la dimisión del consejero de Salud: «Se tiene que marchar por su nefasta gestión».

Desde Madrid, el presidente andaluz, Juanma Moreno (PP), defendió que su actuación ha sido «rigurosa» y retó a los que le acusan para que «nos digan dónde hemos mentido». Pablo Casado, el líder nacional del PP, le felicitó por gestionar la crisis «de la mejor forma que se puede». Juan Marín (Cs), el vicepresidente de la Junta, destacó que el brote no ha tenido ningún efecto en el turismo. Hasta el momento.