El año de los 15 millones de vacunas en Andalucía

No ha sido el año de la recuperación esperada, pero será, sobre todo, el año en el que nos implicamos todos en el objetivo común de inmunizarnos. Ha sido el año de los vacunódromos , escenarios del éxito común de administrar 15 millones de vacunas para luchar contra la desesperanza. Por eso el verano se pareció un poco más a los veranos, ajeno a que perdería en noviembre a Georgie Dann , su músico de cabecera. Y por eso el turismo fue recuperando posiciones y la actividad económica, aunque con placebos como el certificado Covid , ha ido salvando restricciones.

Al enriquecimiento del campo semántico de la pandemia hemos añadido este año más palabras vinculadas a desgracias. Así supimos del 'enjambre sísmico' que generó más de tres mil terremotos en Granada; del 'pirocúmulo' , la nube del fuego que arrasó 10.000 hectáreas de la Sierra Bermeja durante 46 días en el que perdió la vida el bombero forestal Carlos Martínez Har o; y de la 'Dana' , fenómeno meteorológico que también en septiembre provocó inundaciones en varias provincias, sobre todo en la costa occidental de Huelva, donde más de 1.500 familias quedaron afectadas.

En lo político, el año preelectoral dio también para todo tipo de fenómenos extraños. El más destacado fue el vendaval que sacó a Susana Díaz de la secretaría general del PSOE para investir a Juan Espada s , desvistiéndolo de alcalde de Sevilla para designarlo en primarias exprés como candidato a la presidencia Junta de Andalucía. La operación recambio no hubiera sido posible sin la colaboración estelar del Senado , Cámara donde ambos políticos han acabado cobrando la nómina.

El Gobierno andaluz no ha estado ajeno a las borrascas. Ha demostrado que sus cimientos están preparados para los colmillos afilados de los lobos de la misma manada. Se ha sobrepuesto a las operaciones de Génova en su objetivo de desgastar a Ciudadanos, al 'murcianazo' de marzo, a las elecciones de Madrid y al adelanto de las de Castilla y León. En ese periplo, Ciudadanos pierde por trimestre expectativas electorales. Juan Marín salvó sus primarias de remanguillé mientras Moreno suma y sigue. Salió reforzado del congreso del PP y no quiere oír hablar de adelanto electoral. En el contexto queda también la moción de censura que dejó a Cs y PP fuera del Gobierno de Granada, con la 'toma' de Paco Cuenc a o la entrega de Luis Salvador , y la venganza al fondo de Sebastián Pérez .

La lealtad de Moreno y Marín sigue siendo Lla argamasa del Gobierno del cambio, que por primera vez en la legislatura no sacó adelante unos presupuestos al retirarle Vox la confianza y resultar infructuosa la oferta de negociación del PSOE. De la retroalimentación de PSOE y Vox surgió la «pinza» , que se abrió a la semana siguiente para aprobar al segundo intento la ley del suelo y que no ha impedido seguir avanzando en la rebaja fiscal y la simplificación administrativ a. Mientras, el año político fue una reiterada queja al Gobierno y a su nuevo delegado en Andalucía, el bastetano Pedro Fernández , porque la confrontación no está reñida con la moderación. Sobre todo cuando eres capaz, como hizo Moreno, de abanderar con un barón socialista como Ximo Puig un frente común sobre la reforma de la financiación autonómica , que queda pendiente para el año entrante.

En un año que amplió las desigualdades territoriales, Andalucía entregó su primera medalla de Honor al Rey Felipe VI por su defensa de la unidad de España. El Rey dijo: «Andalucía es carácter, ejemplo e inspiración para toda España». El Parlamento se convirtió al día siguiente en capilla ardiente para la despedida de Manuel Clavero .

En los extremos ideológicos de la Cámara, Vox cambió de nuevo de portavoz, Manuel Gavira sucedió a Alejandro Hernández , mientras Macarena Olona gana peso como futura candidata. En el grupo mixto, Teresa Rodríguez reinventa un Adelante Andalucía anticapitalista y nacionalista en la dispersión de la izquierda, mientras el partido de Íñigo Errejón anuncia su desembarco y Unidas Podemos sigue sin cartel electoral.

El año dejó en enero un regalo para Córdoba como sede de la Base Logística del Ejército y otra decepción para Jaén, que se moviliza para hacerse oír por su histórico aislamiento. Como lo hicieron Granada y Almería, también Algeciras, por la deuda histórica ferroviari a . El año confirma a Málaga en la batalla por acoger la Expo Internacional de 2027 .

En lo judicial, fue el año del indulto político de Juana Rivas , condenada por el secuestro de sus hijos, y elevada por interés ideológico más que por fundamento como símbolo de las mujeres maltratada s. Las cruces de Inmaculada, Alicia, Rocío, María Ángeles, Oxama, María del Carmen, María Isabel y Lorena, las ocho andaluzas víctimas mortales por violencia machista este año hacen odiosa la comparación.

El Brexit llegó a Gibraltar y en la comarca se habló más de narcotráfico que de empleo mientras la lucha contra el blanqueo de capitale s sumó 200 millones de euros en bienes y 50 en metálico.

Hubo que reinventar la primavera con una Semana Santa de templos abiertos. Málaga se quitó la espin de dos años sin tronos con la Magna de octubre y Almonte votó en contra del traslado en noviembre de la Virgen del Rocío a su aldea, con la incógnita de si podrá hacerlo el próximo mayo. Porque el futuro se ha hecho mucho más enigmático desde que el Covid está entre nosotros. Su evolución marcará la decisión sobre la fecha de las elecciones . ¿Mayo, junio, octubre? Que las habrá es una de las pocas certezas de 2022.