Debate sobre sanidad: Antonio Sanz frente a todos y todos contra Juanma Moreno
El pleno monográfico se convierte en una bronca sesión con toda la oposición en modo 'pinza' e intentando rentabilizar la crisis de los cribados
Antonio Sanz tiende la mano a «una nueva era sanitaria» en Andalucía y propone 16 medidas para impulsarla
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Iniciar sesiónEn 'Solo ante el peligro' el legendario Gary Cooper se enfrentaba a todo un pueblo que buscaba venganza. Salvando las distancias y los años con el viejo filme del Hollywood de los cincuenta, lo ocurrido en el Parlamento andaluz bien podría asemejarse a aquella historia. ... Porque Antonio Sanz, puesto por Juanma Moreno en la Consejería de Sanidad para apagar el fuego que le ha estallado con la crisis de los cribados se ha defendido el solo de la oposición que le estaba diciendo de todo menos bonito.
No ha estado todo el tiempo solo. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, y todo el consejo de gobierno andaluz, han estado presentes en el salón de plenos durante la intervención inicial de Sanz. Juanma Moreno no ha intervenido, pero lo hará este jueves durante la habitual sesión de control y es probable que pronto, cuando se celebre el debate sobre la comunidad, que se espera no muy lejano.
Ha sido una bronca y larga sesión en la que se ha hecho uso del viejo principio propagandístico atribuido a Joseph Goebbels, ministro de Hitler que proclamaba que «una mentira contada mil veces se convierte en verdad». Y eso es lo que se ha querido transmitir desde la oposición en un debate en el que la oposición ha convertido una incidencia técnica en la base para una conspiración que tiene un único objetivo: desgastar a Juanma Moreno y hacer tambalear su estabilidad.
Se preveía desde por la mañana. Ya en la previa matinal salió a relucir la 'pinza', el frente en el que ya están todos y el enemigo a batir no es el nuevo consejero, al que han echado en cara incluso que fuera a los toros un domingo. El objetivo de todos es el presidente andaluz. Como las encuestas siguen sin ser favorables para el PSOE y dan unos resultados en los que la mayoría absoluta de PP no está asegurada, los fallos del cribado del cáncer de mama son la grieta por la que ahora pretende colarse la oposición.
El pleno ha sido largo pero ha despertado una gran expectación. Había cola para entrar desde temprano y la tribuna de invitados se ha llenado. No ha habido concentraciones en la puerta, pero sí ruido. El presidente del Parlamento, Jesús Aguirre, ha tenido que llamar al orden y pedir silencio en más de una ocasión.
Insultos
Y los insultos se han sucedido desde «mentiroso» a «cobarde», los calificativos han ido in crescendo a medida que subía el tono. Hasta el punto de que se ha tenido que llamar al orden en varias ocasiones por los insultos que se proferían de un lado a otro de la bancada. "Ojalá las mujeres oyeran lo que me están diciendo las mujeres socialistas", ha dicho Beatriz Jurado, del PP. Luego también ha habido momentos de humor como cuando Sanz se ha referido a María Jesús Montero como "María Jesús Mentira".
Y también porque la izquierda ha denunciado la decisión de la mesa de la cámara de no permitir el uso de la sala de usos múltiples para llevar a algunos colectivos como había pedido. O porque desde la tribuna se anuncia ya que habrá movilizaciones.
Pero, sobre todo, lo que ha quedado claro que ahora mismo en Andalucía hay dos bloques. En un lado está el gobierno andaluz buscando soluciones, tendiendo la mano a la oposición y poniendo su empeño en salir de la profunda crisis a la que le ha llevado a un error sanitario. Y en el otro la oposición, como Fuenteovejuna todos a una: intentando sacar partido de la situación.
Para muestra un botón. Al pleno han llevado entre todos los grupos un total de 125 propuestas de resolución en las que se ha metido de todo. Desde peticiones de comisiones de investigación sobre el cribado, sobre las listas de espera, creación de un fondo de damnificadas, personación en procesos judiciales y un sinfín de peticiones.
Y para ello se ha rescatado la pinza en la que ahora entran no solo partidos de ideologías como PSOE y Vox que coinciden en todo. También se le suma la izquierda radical. Se ponen todos de acuerdo. En el otro lado el Gobierno defendiendo que la sanidad pública no es patrimonio de ninguna ideología.
«Nos lo han puesto para que no podamos aprobarlas», se quejaban desde el grupo popular. Hoy seguirá la bronca. Y lo que se espera hasta que el presidente le de al botón de disolución de la cámara para convocar las elecciones.
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