Hacienda pone la mira en los carreteros de las hermandades rocieras

Con esta medida se obligará a tributar a los boyeros y carreteros que deben tener su correspondiente contrato y a regularizar una actividad que desarrollan aficionados que dedican todo el año a preparar bueyes y mulas para romerías y que en muchos casos participan en la misma como unos peregrinos más.

El interés de Hacienda por este sector preocupa a las hermandades, no tanto por la obligación a realizar estos contratos , que por lo general se venían haciendo, sino por el efecto que pueda tener en el futuro sobre una actividad muy específica que se reduce a una época del año concreta, cuando se celebran las romerías, y cuya retribución no alcanza siquiera al coste de la manutención de los animales, por lo que en muchos casos estos aficionados pueden desistir y terminar sacrificando a los mismos.

La carta remitida días atrás por la Agencia Tributaria a las hermandades requiere también el envío de las guías de transporte de los animales que usen para llevar sus carretas, lo que supone otro inconveniente porque esa guía, expedida por la Junta de Andalucía, tiene una validez de siete días. Las hermandades no disponen de las mismas hasta poco antes de iniciar el camino y, además, es habitual el cambio de animales por distintas circunstancias.

El requerimiento ha desconcertado a las hermandades por lo que supone de desconocimiento de la idiosincrasia rociera y la amplia casuística que hay sobre esta actividad. En algunos casos, las hermandades alegan que los carreteros son hermanos , por lo que ofrecen sus servicios de forma desinteresada, o ganaderos que ofrecen el servicio de sus bueyes o mulos como donación a sus corporaciones.

En 2020, un año sin romería, la Agencia Tributaria realizó inspecciones específicas a distintas hermandades filiales rocieras sobre ejercicios anteriores.

La medida sigue la estela emprendida por la inspección de Hacienda sobre las fiestas en Andalucía , que tiene sus antecedentes en la reclamación del IVA del pago por las sillas para contemplar las procesiones de Semana Santa , que en el caso de Sevilla el Tribunal Económico Administrativo Regional de Andalucía declaró exento, sentencia que ha sido recurrida por la Agencia Tributaria.

Asimismo, los inspectores desarrollan una amplia actividad en la Feria de Abril de Sevilla desde 2012 para la regulación de los contratos con caseteros y otros oficios. Ahora le toca al Rocío.