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El Rocío 2022

Relato de un renacer con Sevilla en el Quema

Triana y el Salvador madrugaron para vadear el río sagrado, casi sin agua, y bautizar a los nuevos en la fe rociera

La carreta de Triana en el vado de Quema Raúl Doblado
Javier Macías

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En el bosque de ribera de álamos y fresnos suenan los vencejos en el lubricán de la mañana. Ha despuntado el alba en el descansadero donde se desperezaba Triana y baja el inmenso convoy la cuesta del corredor verde que conecta Aznalcázar con ... Villamanrique, que conduce al vado. En las caras llevan el color del bronce y la legaña; en la voz, el cansancio, la entonación apagada de una nueva salve cantada de carrerilla. Va naciendo el sol y sus rayos se cuelan entre la polvareda y los eucaliptos. Hace fresco, nada de calor en este junio de primavera, cuando comienzan a mojarse los pies descalzos. Triana ha llegado al Jordán rociero, el río sagrado del que emerge una nueva vida, que tres años después son muchas.

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