Si recibes un mensaje de la Seguridad Social acerca de tu tarjeta sanitaria... seguramente es un fraude

Tanto es así que en las últimas semanas numerosas personas han notificado la recepción de un SMS en el que se les conminaba a solicitar una nueva tarjeta sanitaria por encontrarse la anterior en suspenso. Al cumplir las instrucciones se «actualizarían los derechos» para una cobertura «eficiente de los gastos de salud con mayor rapidez».

Se trata de una campaña de suplantación de identidad de la Seguridad Social de tipo Smishing, en el que a través de ese mensaje de texto se pretende que el receptor pulse sobre un enlace que activa el proceso fraudulento, rellene varios campos con sus datos personales e incluso pague por el envío del que supuestamente se encargaría Correos o DHL, por 0'90 en unos hipotéticos de 3 a 5 días de entrega o por 3,90 euros en 1 o 2 días hábiles, respectivamente. Todo falso.

Como en cualquier situación análoga a esta, lo preferible es no llegar a hacer clic sobre el enlace y eliminar el mensaje de la bandeja de entrada. Ante una comunicación de supuesto corte oficial, ponerse en contacto con la institución en cuestión para corroborar la vigencia de la campaña y, solo entonces, entrar en el proceso.

De hecho, hay trucos para identificar el fraude de una comunicación, como puede ser la ortografía o la sintaxis. En este caso que nos ocupa se observan varios errores, como por ejemplo 'Actualiza tu tarjeta sanitària' (con una tilde que no se usa en español) o el propio Ministerio que presuntamente nos está convocando a la acción, que reza como 'De Empleo y Seguridad Social', cuando el nombre de la cartera actual es la de 'Trabajo y Derechos Sociales'. Tampoco resulta muy creíble la construcción del mensaje de la 'letra pequeña', que explica que «El tiempo de procesamiento empieza el día que recibimos un formulario completo y finaliza cuando tomamos una decisión».

Es cierto que esto se aprecia cuando ya se ha pulsado en el enlace del SMS inicial. Si se ha llegado a este punto, se debe contactar con el banco para que se bloquee la tarjeta de crédito o débito y no se cargue el importe del fraude. Además, conviene prestar especial atención a los movimientos de la cuenta corriente las semanas o incluso meses posteriores al episodio de suplantación.

Posiblemente haya que presentar una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para lo cual toda prueba que pueda aportarse será de ayuda. Por ejemplo, capturas de pantalla del SMS y la web posterior.

Más allá de este fraude, una buena manera de evitar situaciones similares es no consignar nuestros datos bancarios en páginas web de dudosa fiabilidad sin antes haber contrastado su autenticidad.

Por otra parte, conviene revisar el enlace ofrecido para ver que encaje con la nomenclatura del organismo oficial.

Que la web contenga los certificados digitales exigidos es un punto tranquilizador.

Por último, se debe optar por métodos de pago que planteen una devolución viable del importe en casos de fraude o similares.