María José Laos, opositora: «El sacrificio que tiene el estudio merece mucho la pena»
Con plaza fija en Correos, se presenta el próximo sábado a las pruebas de administrativo de la Seguridad Social; su motivación, la estabilidad de un trabajo fijo
Más de la mitad de los andaluces quieren ser funcionarios
Andalucía encara un año de oposiciones clave para definir el futuro
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Iniciar sesiónMaría José posee una robusta convicción en sí misma. Escapa, huye, del discurso a veces plañidero sobre la preparación de unas oposiciones. Sí, hay momentos duros, pero «el sacrificio que tiene el estudio merece mucho la pena». Quizás, seguro, que esa personalidad ... se ha ido forjando en base a sus experiencias propias, sobre una vida «en la que he tenido que hacer casi de todo». Trabajar en el bar, en el supermercado, con contratos de 4 horas que se triplican en duración que no en sueldo y con la estabilidad que marca un despido justo después de llegar de vacaciones.
Así que la búsqueda, precisamente, de esa «estabilidad» es un periodo más de su vida que incluye también su trabajo en Correos. Sevillana afincada en El Puerto de Santa María, juega ahora mismo en el tiempo de descuento porque se presenta a la prueba el próximo sábado 13 de septiembre. Oposiciones de administrativo de la Seguridad Social. Ya tiene su plaza en el servicio estatal de postales y paquetería, se la ganó en 2021, y ahora aspira a tener «una economía diferente» que le permita seguir creciendo profesional y personalmente.
Mary, que así la llaman, entiende que la mayoría de andaluces quiera ser funcionaria. «Por supuesto», afirma rotunda. «Por ejemplo, en el País Vasco un sueldo como el de Correos es relativamente bajo para el nivel de vida, pero aquí es muy digno y estable». Al entrar en esta compañía «fue la primera vez que tuve vacaciones, paga extra, días de asuntos propios, y se correspondía el contrato con las horas de trabajo. Hasta empecé a tener la posibilidad de ir al banco y que me dieran un préstamo al decir que tenía plaza». Por ello «merece tanto la pena».
«Es un sacrificio que puede durar tres o cuatro años, y el resto de la vida, tranquilidad», resume. María José entiende que el no tener hijos «juega a mi favor porque dispongo de más tiempo», y es un factor que aprovecha. Aún así, «llevo viviendo dos años en El Puerto y he podido salir de noche cinco veces».
Su rutina de estudio
Se levanta temprano, a las siete de la mañana, y estudia hasta que llega la hora de incorporarse al curro, «sobre las 14.30». Al volver a casa, toca descansar, el momento de ocio, de compartir con la pareja y cuidarla. «Ese descanso es vital para poder seguir estudiando», apunta. Y así todos los días. Sábado y domingo también lo dedica a la oposición por las mañanas y descansa por las tardes.
Es clave la mentalización, porque «los grandes enemigos de los opositores son los nervios. Te pueden llevar a cometer un error absurdo que te cueste toda la prueba. Por ello, hay que estar tranquilo y confiado. Llegar al examen con la convicción de que hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano». Destaca por último las facilidades que le ofrece su academia de oposiciones (MAD), «porque consigue que sea económica la preparación y nos ofrece muchas facilidades, flexibilidad, con numerosos recursos como cursos, tests, supuestos... hasta un ejercicio de mindfulness». Que todo ayuda para centrarse, templar esos nervios y dar el salto hacia una nueva vida.
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