La «maravillosa palanquita» del coche que invita a utilizar la Guardia Civil porque «no gasta»

No es la primera vez que lanzan mensajes de este tipo animando a los conductores a que hagan un buen uso de los intermitentes porque estas indicaciones si se producen con la suficiente antelación pueden evitar posibles accidentes. No señalizar la vuelta al carril tras un adelantamiento, la salida de una rotonda, y el aparcamiento son los descuidos más habituales.

Tal y como recogen las normas de circulación, cualquier maniobra, tanto de día como de noche, que implique un desplazamiento hay que advertirla a los demás con los intermitentes para evitar el factor sorpresa y, en consecuencia, impedir que se produzca un accidente. Con un simple gesto de mover la «maravillosa palanquita» se pueden eludir los sustos al volante y tener que recurrir al seguro.

En caso de emplear los intermitentes de forma incorrecta, sin la suficiente antelación, la multa asciende a los 80 euros y si no se utilizan puede alcanzar los 200 euros.

Antes de indicar cualquier maniobra es prioritario comprobar mediante los retrovisores que se puede realizar de forma segura. En caso afirmativo, es entonces cuando se debe indicar con los indicadores de señalización con la suficiente antelación, pero sin anticiparse demasiado para no generar confusión. Teniendo en cuenta este punto de partida, los usos más frecuentes de los intermitentes son:

1. Al realizar un giro

Antes de empezar a reducir la velocidad y frenar para girar es conveniente señalizar para que los que nos sigan comprendan la maniobra. El fallo más común es frenar antes de señalizar o bien, no indicarlo.

2. Cambio de carril

En este caso siempre hay que emplear los indicadores de dirección, pero hay que ser consciente de que señalizar no significa tener preferencia. Los intermitentes anuncian la maniobra, pero no dan prioridad de paso. Hay que respetar la conducción del resto de vehículos y no provocar situaciones de peligro. Además hay que mantener el indicador activado durante toda la maniobra y no solo al principio.

3. En las rotondas

Su empleo en las glorietas es básico porque es uno de los puntos donde se producen más accidentes debido al mal uso de ellos. Es necesario indicar qué salida tomaremos con suficiente antelación, pero no con tanta como para confundir con salidas anteriores por las que no accederemos. Una vez dentro de la rotonda no hay que continuar con él puesto y solo se pondrá para señalizar qué salida es la que vamos a tomar. También se debe recurrir al intermitente para avisar de un cambio de carril dentro de la rotonda.

4. Al salir de un aparcamiento

Es la forma de advertir a los peatones y otros conductores que se va a abandonar la plaza de aparcamiento. En la medida de lo posible, los otros coches tienen que facilitar la maniobra deteniéndose o cambiando de carril.