De la Torre emplaza a la Junta a habilitar una tasa turística para aliviar el alquiler

El movimiento del alcalde llega tras su carta de 2024 al ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, en la que propuso un gravamen por pernoctar, al menos en viviendas de uso turístico, con destino finalista a ayudas de alquiler social. El Ejecutivo respondió entonces que la regulación de estas figuras compete a ayuntamientos y comunidades autónomas, emplazando a la «proximidad» la toma de decisiones.

En la práctica, la fórmula defendida por De la Torre se inspira en modelos vigentes en España: recargo por persona y noche que recauda el alojamiento, con topes de noches, exenciones típicas (menores) y bonificaciones en temporada baja o a partir del noveno día. Baleares aplica una ecotasa de 1-4 euros, con descuento del 50% en temporada baja y desde el día 9, y exención para menores de 16 años; Cataluña combina el impuesto autonómico con un recargo municipal en Barcelona que desde el 1 de octubre de 2024 pasó a 4 euros por persona y noche. El Ayuntamiento de Barcelona prevé unos 100 millones de euros de ingresos en este 2025 con esta fiscalidad.

La ola se extiende a Galicia: A Coruña activará en septiembre de 2025 una tasa de 1 a 2,5 euros por noche (hasta cinco noches), y Santiago de Compostela lo hará desde el 1 de octubre con los mismos importes y límites. Toledo, por su parte, ha optado en 2025 por un modelo distinto que grava a los autobuses turísticos y turoperadores por vehículo, no la pernocta.

La clave para Málaga es jurídica: para implantar un recargo de este tipo, Andalucía debe habilitarlo. Hoy no existe un marco andaluz. La Junta ha supeditado el debate al consenso con el sector y el Parlamento andaluz rechazó en 2024 tramitar una proposición de ley para crear una tasa de estancias turísticas. El consejero Bernal ha sostenido que estos impuestos, por sí solos, no resuelven la infrafinanciación municipal y ha pedido abordar una reforma estatal de la financiación local.

Como referencia internacional, Venecia puso en marcha un cobro de acceso de 5 euros para excursionistas y lo ha ampliado este 2025 tanto en precio (hasta 10 euros para reservas de última hora) como en días de aplicación. Los datos iniciales muestran un impacto limitado: hubo menos gente algunos fines de semana respecto al año anterior y la recaudación (en torno a 2,25 millones de euros) ha sido modesta, por lo que el Ayuntamiento lo ajustará para ganar eficacia. La lección veneciana es clara: los gravámenes ayudan a ordenar y a financiar servicios, pero no «milagran» la descongestión si no van acompañados de medidas de gestión del flujo y del espacio público.

Mientras llega un marco andaluz, el Consistorio puede acompañar su petición con herramientas propias. De hecho, hoy el Ayuntamiento ha activado la suspensión de nuevas VUT por hasta tres años para ganar tiempo y adaptar el PGOU, en línea con las competencias recién reforzadas por la Junta. De la Torre ha reiterado que su objetivo es reforzar la vivienda asequible con un mecanismo ya operativo en otras regiones y alinearlo con una ordenación más estricta del alojamiento turístico.

En este tablero, el alcalde vuelve a mover ficha: Málaga quiere una tasa turística finalista que alivie el alquiler sin «castigar» al sector y pide a la Junta una vía que otros territorios ya han explorado. Tras el «decidan ustedes» de Moncloa, la pelota queda ahora en el tejado andaluz.