Venta La Nada, de templo gastronómico a plantación de marihuana en Los Montes de Málaga

El lugar permanece aún en el recuerdo de muchos viajeros, pese a que cerró hace unos años y estaba en ruinas. Aquellas antiguas paredes albergaron un templo de cocidos, lomos en manteca, chorizos o gazpachuelos , hasta que dejadas a la suerte fueron reconvertidas en una plantación con más de 1.300 plantas de marihuana.

La Policía Nacional encontró un cultivo en un estado avanzado de floración y detuvo a los cuatro posibles responsables. Todos varones de entre 23 y 57 años. Están investigados como supuestos autores de los delitos de defraudación de fluido eléctrico y contra la salud pública . No sólo se han hecho con las plantas, sino que también han intervenido todos los aparatos utilizados para la instalación de la plantación «indoor», como son los extractores de gases, temporizadores, humidificadores y la ventilación artificial.

Habían adaptado una parte del edificio de 1924 en ruinas por el abandono. Estaban conectados de forma ilegal a una torreta de alta tensión , por lo que hubo que solicitar a Endesa el corte del suministro. Según la Policía, suponía un riesgo de electrocución para los transeúntes que se desplazan a este Parque Natural, así como de un elevado riesgo de incendio. Del mismo modo, se habían conectado a la red de saneamiento de la zona .

Rehabilitaron La Nada para una práctica para la que no fue creada. La historia del lugar cuenta que su fundador era tan pobre que tuvo que vivir en una cueva nada más casarse. No tenía «nada», así que un amigo suyo le regaló una arroba de vino (16 litros). El hombre decidió sacarle partido y lo vendió para comprar otras cosas que fue revendiendo. Así en 1924 se hizo con un capital suficiente para fundar la venta .

Compró una casa en un lugar de tránsito para reconvertirla. Durante la construcción, cuenta la historia, que el propietario s ermoneaba a los albañiles porque no hacían «nada» , diciendo que era muy pobre, que no tenía «nada» y ellos alargaban el trabajo para cobrarle más. Tanto repitió la palabra «nada», que al final el lugar se le comenzó a conocer de esa forma. Finalmente, la venta adoptó ese nombre cuando abrió.

Cuando consiguió ponerla en marcha vendían comida, pero también era una especie de tienda de productos locales. El lugar cogió fama pronto, porque se comía bien, algo que se hizo hasta su cierre, y se convirtió en un fijo para los viajeros de la zona . Le ayudaba que estaba en la única carretera que existía para entrar y salir de Málaga. Fue paso obligado para los médicos, comerciantes, abogados, empresarios o familias que iban y venía a la capital durente décadas.

Con el tiempo quedó aislada, pero siguió teniendo fama entre todos los turistas que visitaban el parque natural. Sin embargo, el paso de los años fue implacable con esta ilustre venta , que vio como abandonada se reconvirtió en un lugar donde cultivar marihuana, algo más lucrativo que el cuidado de la buena mesa tradicional que respetó durante casi un siglo.