Unas 4.500 personas piden «saber la verdad» sobre la muerte de Lucía

Pero la familia no se lo cree. «A mi niña me la quitaron» , asegura Antonio Vivar, padre de Lucía, cuando se le pregunta por la desaparición. Sus abuelos, padres y tíos, han hecho el camino cientos de veces y creen imposible que la niña se marchara. Piden que se investigue lo sucedido y los ciudadanos los apoyan. Han mostrado sus dudas sobre la investigación y la gente les cree. Por esto, el viernes 1.500 personas salieron a la calle en Pizarra para que se indague sobre lo sucedido aquella noche. Gritan su nombre, lloran y arropan a una familia que ha perdido la ilusión, como reconoce Antonio. «Antes tenía ilusión por todo, ahora sólo cuento que me queda un día menos », asegura su padre camino de una de las concentraciones de este fin de semana.

Quieren «saber la verdad». En Alhaurín el Grande, donde viven los padres de la niña, la concentración llegó a los 2.500 asistentes –según los datos de los convocantes–. En la plaza de la Legión se concentraron con camisetas que piden «justicia» y su tío David Hidalgo, recuerdó cómo era la niña. Su madre, agradece a todos los concentrados los apoyos y el cariño, mientras asegura que le prometieron cuidarla toda la vida, pero no han podido. «Ahora vamos a luchar por saber lo que le pasó a Lucía », remarca Almudena Hidalgo, madre de Lucía.

Entre abrazos de consuelo de sus vecinos se sueltan primero los globos rosas, color favorito de Lucía, y luego los blancos pidiendo justicia. Vuelan al cielo de Alhaurín el Grande en busca del alma de la pequeña fallecida. Y se emplaza para el domingo a las 12.00 horas, cuando en la Cala de Mijas unas 500 personas han vuelto a reclamar que se esclarezca el caso y se sepa la verdad. Lucía murió el 27 de julio, pero la familia tiene demasiadas preguntas sin contestar como para pasar página. Hasta que lleguen las respuestas, seguirán luchando. «Hasta la muerte», repite Antonio Vivar.