Los mejores playas de la provincia de Málaga para disfrutar de la arena

A continuación, te proponemos algunas de las mejores playas de Málaga a las que escaparse ahora que empieza a apretar el calor.

En el municipio de Nerja y a los pies del Balcón de Europa se encuentra la pequeña playa de Calahonda. Su arena oscura y sus aguas azul turquesa son la estampa veraniega de este pueblo malagueño al que cada año acuden cientos de turistas atraídos por su paisaje y también por el recuerdo de la mítica serie ‘Verano azul’. La pequeña cala apenas mide 120 metros , pero su situación, en pleno casco urbano, y sus servicios la hacen muy atractiva para familias con niños. Uno de sus principales encantos son las pequeñas casas y almacenes de pescadores construidas junto a las rocas.

La sensación de libertad y conexión con la naturaleza es fácil de disfrutar en la playa de Artola-Cabopino. Se trata de uno de los veinte espacios vírgenes de la provincia de Málaga, aunque situado a escasos kilómetros de Marbella y a solo unos metros del puerto deportivo de Cabopino. El paraje protegido de las Dunas de Artola es su principal encanto y son desde 2001 Monumento Natural. Su arena es fina y de color dorado se extiende a lo largo de 1,2 kilómetros y en el camino hasta la arena la vegetación autóctona inunda el paisaje de narcisos de mar y sabinas. En algunos tramos se practica el nudismo.

Casi en límite con la provincia de Granada y en pleno parque natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo se esconde la playa del Cañuelo. Su aislamiento hace de ella un lugar único en el que la naturaleza permanece casi inalterable y sus aguas lucen cristalinas durante todo el año. Para bajar es necesario coger un autobús o ir andando, ya que no está permitida la entrada de vehículos , pero este pequeño inconveniente merece la pena. El Cañuelo es un enclave perfecto para practicar buceo o snorkel y salvo en días puntuales suele ser una playa muy tranquila.

Considera por muchos una de las mejores playas de Benalmádena Costa, el arenal junto al Castillo Bil-Bil es una buena opción para familias con niños por su cercanía al casco urbano y su extenso paseo marítimo . Precisamente por esto, es una de las concurridas durante el verano, con turistas y vecinos, que se acercan para disfrutar de su medio kilómetro de la fina arena oscura característica del litoral malagueño. Está ubicada junto a la playa de Arroyo de la Miel, y debe su nombre a un castillo que en su día fue un chalet privado y hoy es propiedad del Ayuntamiento, que lo utiliza para eventos culturales.

Posiblemente uno de las estampas más icónicas de Torremolinos y de toda la Costa del Sol. No hay malagueño que no haya pisado al menos una vez la playa urbana de La Carihuela para disfutar del agua o comer en alguno de sus conocidos chiringuitos . Se extiende a lo largo de dos kilómetros y uno de los días más señalados es el 16 de julio, cuando la patrona del municipio, la Virgen del Carmen , es llevada hasta la arena para despúes surgar las aguas a bordo de un barco pesquero.

En el otro extremo del litoral malagueño, entre los municipios de Benajarafe y Torre del Mar, se encuentra la playa de Valle Niza. En pleno corazón de la comarca de la Axarquía, su arena oscura ocupa casi dos kilómetros y medio de litoral. Salvo los fines de semana veraniegos, el nivel de ocupación suele ser bajo, pues es necesario ir en coche para llegar a ella. Aunque no dispone de mucho equipamiento, la temperatura de sus aguas y el entorno, con la Sierra de Almijara y el pico de La Maroma como telón de fondo, la convierten en la opción perfecta para pasar una jornada tranquila en la costa.

Los más urbanitas no tienen por qué renunciar a darse un chapuzón o tomar el sol, por la capital también cuenta con uno de las playas más extensas de la provincia. A sólo diez minutos del centro histórico, La Malagueta combina el disfrute playero con la modernidad del Muelle Uno y la oferta de restauración de su propio paseo marítimo, donde degustar unos buenos espetos o las tradicionales frituras malagueñas.