Gastronomía
Medio siglo de 'El Pimpi' la bodega convertida en embajada de la cultura en Málaga
Desde el insigne escritor Antonio Gala que estuvo en su creación, la lista de ilustres que han pasado por sus trasciende la política, las artes y el deporte

El Pimpi nació fruto de una casualidad hace ya medio siglo . Francisco Campos y Pepe Cobos ni siquiera tenían pensado abrir un negocio en la Costa del Sol. La idea era situarse en Granada, pero no encontraron un local a su gusto. Así ... que regresaron a Córdoba con una parada en Málaga para comer. Aparcaron en calle Alcazabilla y bajaron al restaurante Antonio Martín en la playa de La Malagueta. Les acompañaba Antonio Gala , al que un seguidor pidió un autógrafo y preguntó por el viaje. Al contarles la razón de su visita a Málaga les dijo que conocía una casa del siglo XVIII que les vendría bien para eso . Fueron hasta el lugar y se dieron cuenta de que habían aparcado en la misma puerta. Lo interpretaron como una señal.
El 4 de agosto de 1971 nació la Bodega El Pimpi, cogiendo su nombre de un histórico personaje malagueño. ‘El pimpi’ era un tipo popular que hacía labores de guía turístico . Se cuenta que acudía al puerto a ayudar a la tripulación en los desembarcos y que acompañaba a los viajeros enseñándoles los rincones y comidas más típicas de la ciudad.
Ese testigo lo recogió este restaurante céntrico, que muestra la cultura, la gastronomía y la historia de un lugar privilegiado a las espaldas del Palacio de Buenavista (actual Museo Picasso), mirando a la cara a la Alcazaba, sobre el Teatro Romano , cerca de la Catedral y de la legendaria Iglesia de Santiago. Enclave único convertido en templo del buen comer desde hace medio siglo, como muestran sus paredes cargadas de fotos y sus barriles llenos de firmas de los más ilustres que han pasado por este rincón de la Costa del Sol.
Es una bodega que ensalza la tradición con carteles antiguos de ferias y fiestas taurinas, barriles donde dejaron su impronta distintas personalidades de todos los ámbitos. Actores como Marisol, Antonio Banderas (ahora propietario y vecino del lugar), A itana Sánchez Guijón. John Malkovic… Toreros desde Manuel Benitez ‘El Cordobés’ a Pepín Liria posaron tras a una corrida y una Duquesa de Alba que firmó con una ‘Cayetana’ años antes de que lo hiciera la baronesa Carmen Thyssen o Bernardo Ruiz Picasso, nieto del ilustre pintor.
La lista es tan larga como su historia con deportistas que van desde Rafa Nadal a Luka Doncic. Cantantes como Miguel Ríos o Ana Belén precedieron a Pablo López y Pablo Alborán. Un lugar donde Chiquito de la Calzada actúo como flamenco antes de revolucionar el mundo del humor con sus particulares maneras. Escritores que van desde Antonio Gala a Wang Xiaoping , pasando por diseñadoras como Agatha Ruiz de la Prada o Mona Almansouri. La política y el arte encontraron acomodo en sus patios y salones andaluces, igual que los rodajes como el ‘El joven Picasso’ de Juan Antonio Bardem y ‘El camino de los ingleses’ de Antonio Banderas.
Lugar que comenzó anclado en un vino dulce de la tierra con un aperitivo y que se ha convertido en uno de los principales defensores de los productos de Málaga como restaurante cinco décadas después. De aquellos vasos de plástico donde se sacaba el vino se ha pasado un lugar donde comer productos frescos de l a Huerta del Paraíso, el jamón de castaña del Valle del Genal y el mejor pescado de La Caleta.
La revolución comenzó con el atentado de la Torres Gemelas. Aquel día, Pepe Cobos vio claro que había cambiado el mundo y que había que renovarse. Así, nació su propuesta actual, en cuya terraza e interior comen miles de personas al año e incluso en estos años duros de pandemia, las colas para coger un sitio son la tónica habitual.
En 2016 dieron un paso más con la apertura de ‘La Sole del Pimpi’, un restaurante ubicado en el local contiguo donde se puede disfrutar de una extensa carta de cocina fusión entre la gastronomía japonesa y los guiños malagueños. Otra vuelta a esa constante adaptación al futuro, que hizo que en 2017 sus barriles, abanicos y lunares blancos sobre fondo rojo se volvieran solidarios con la creación de la Fundación El Pimpi, que en sólo dos años ya había recaudado en actos y festivales benéficos más de 250.000 euros para los más necesitados.
Historia a la que ese mismo año se sumó Antonio Banderas comprando la participación de Francisco Campos, tras su retiro para ser presidente de la fundación. El actor, que vive en el edificio de al lado del restaurante, pasó a ser uno de los propietarios de este establecimiento emblemático. Negocio que fue el adelanto de lo que el actor pretendía crear en Málaga, ya que su compra coincidió con las negociaciones para convertir el viejo Alameda en el Teatro de Soho Caixabank, ahora referente cultural andaluz.
Momento, anécdotas y proyectos que fueron recordados esta semana con una gran fiesta en sus salones brindando con moscatel. En ella se descubrió una estatua de Aurelio Robles recordando a aquellos ilustres guías malagueños llamados ‘pimpis ’ que dieron nombre a estas bodegas de vino dulce de Málaga, donde se brindó por estar otros cincuenta años mostrando la cultura, gastronomía y hospitalidad de una ciudad que acogió a dos emprendedores cordobeses y un poeta a principios de los 70 en una casa del siglo XVIII para convertirlos en un mito gastronómico de la Costa del Sol.
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