La Junta de Andalucía veta al alcalde de Málaga en el Museo de la Aduana

Desde la Consejería de Cultura, se explicó que en este tipo de actos «el alcalde sólo habla por deferencia de las máximas autoridades». Cuestión de protocolo, alega el gobierno andaluz, que asegura que estuvieron representadas las administraciones que «colaboran en el proyecto» . «Sólo hablaron las dos máximas autoridades, para no hacerlo más largo. Si hay que cortar, se caen las autoridades con menor rango», explicaban en la Consejería de Cultura, mientras en el gobierno municipal se levantaban las suspicacias. « No sé si hubieran actuado de la misma manera en otras ciudades de Andalucía », dudaba Julio Andrade, concejal de Turismo del Ayuntamiento de Málaga.

Por su parte, el alcalde, Francisco de la Torre, quiso dejar clara la implicación que ha tenido el Consistorio en que el nuevo Museo de la Aduana sea una realidad. «Fuimos esenciales para que la comisaría de policía, que estaba en la planta baja tuviera una nueva ubicación. Era la única manera de liberar la aduana. Hay que recordar el acuerdo que firmamos en 2002 con el Gobierno de España. Las dependencias de la Policía se llevaron a un edificio de 3.000 metros cuadrados que preparamos , por supuesto, con coste nuestro», señalaba el alcalde, quien quiso recordar también todos los restos arqueológicos  que son fruto de las excavaciones «vigiladas y planteadas por el Ayuntamiento». El alcalde también quiso destacar la colaboración cuando ofrecieron los espacios en el Museo de Patrimonio Municipal para que, «mientras se hacía la aduana, pudiera ser disfrutado por los malagueños».

No ocultó que defendió la división del museo en dos. «Se podía haber conseguido uno arqueológico en la Trinidad y el de Bellas Artes en la Aduana, para hacer salas más amplias y más exposiciones temporales», remarcaba Francisco de la Torre, quien explicó que si la Junta de Andalucía hubiera seguido las recomendaciones del Consistorio en el proyecto «podía haber estado inaugurado hace tres años» .