Violencia Machista
Los restos de Sibora, nueve años en un cajón de madera entre dos paredes de un piso de alquiler de Torremolinos
La Policía Nacional halló los restos de la joven este martes por la tarde en el piso compartido con el asesino hace nueve años
La familia aseguró a ABC que Marco no preguntó durante nueve años por el paradero de su expareja
El asesino de Sibora mató a otra pareja el pasado 17 de mayo y eso reactivó el caso de la albanesa desaparecida
J.J. Madueño
Torremolinos
Los agentes llegaron a buscar y, por fin, obtuvieron resultados. No había tabique al que no se hubiera hecho una cata, pero la sensación es que algo se escapaba. Por más que volvían a aquel piso del barrio del Calvario de Torremolinos, Sibora Gagani no ... aparecía. Su asesino había dicho que estaba allí, en una pared, pero no la encontraban. Los investigadores hasta dudaron de la veracidad de aquel testimonio, pero finalmente fue real. Sibora Gagani apareció en una pared, más bien sus restos, sus huesos, enterrados en una tumba pensada para ocultar un crimen machista que llevaba nueve años sin resolver.
Este pasado martes, por la tarde, el Juzgado de Instrucción 3 de Torremolinos volvió a aprobar diligencias de investigación. El grupo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta I de la Brigada Local de la Policía Judicial de esta localidad de la Costa del Sol recibió apoyo tecnológico avanzado para buscar el cuerpo.
Al lugar llegó una unidad especializada con un sistema de rayos-X para rastrear cada milímetro de pared que quedaba en pie. Con ese aparato fotografiaron palmo a palmo el domicilio donde el supuesto asesino de Sibora Gagani dijo que había ocultado su cuerpo. Así, en uno de los muros vieron algo extraño. Una especie de caja que no debía estar ahí. Esa fue la pista que descubrió el escondite de los restos de la albanesa de 22 años. En un piso que ha sido habitado todos estos años por inquilinos que lo arrendaban.
Según informa la Policía Nacional, los restos de Sibora estaban en un cajón de madera, oculto entre dos paredes de la vivienda. «Emparedado», como había dicho el propio asesino confeso a la Policía Nacional. El levantamiento del cadáver fue realizado por la comitiva judicial y trasladado al Intituto Médico Legal de Málaga. Allí esta pendiente de autopsia e identificación de los restos de ADN, que serán cotejados con familiares para confirmar que es la mujer desaparecida.
El propio delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, confirmó que el asesino había dicho que la mató, la disolvió en ácido y luego ocultó los restos en una pared del piso que habían compartido durante años, desde 2011 a 2014. El detenido conoció a la albanesa en Nettuno, un municipio metropolitano de Roma en 2009. Allí residían ambos. Un año más tarde, decidieron irse de Italia. El destino fue Torremolinos. Sibora iba y venía a Italia. Su novio se quedó a trabajar. Ella sólo estaba temporadas, luego regresaba con su madre.
En 2013, Sibora volvió a Italia con la intención de dejar la relación. No quería regresar a España. Sin embargo, cambió de opinión. Volvió al año siguiente, cuando se le perdió la pista. Según los datos de la desaparición, su novio dijo que habló por última vez con ella por WhatsApp el 7 de julio de 2014. En ese tiempo, la chica se había ido de su lado. Se había instalado sola en un apartamento de la calle Hoyo.
Su madre dijo entonces a la Policía Nacional que, antes de desaparecer, mantenía contacto diario con ella por teléfono o por Internet. Además, aseveró que nunca había hecho algo así. Su familia decía a los investigadores que discutían mucho y muy fuerte, pero nunca hubo denuncia. Era una desaparición extraña. En su domicilio estaban todas sus cosas y el móvil había dejado de estar operativo el día de su ausencia.
Doble asesinato
Se la había tragado la tierra. «Marco nunca ayudó. No hizo nada por encontrarla, tampoco se preocupó. Era la única persona con la que mi hermana tenía contacto en España, despareció y nunca denunció. En los nueve años que lleva desaparecida no ha llamado para preguntar si se sabe algo de ella. Nada», señaló Kseva Gagani a ABC en una entrevista, convencida de su hermana había sido asesinada. Eran nueve años sin tener noticias de la joven.
Sin embargo, el pasado 17 de mayo la que era su pareja en aquellos años mató a Paula, una joven de 28 años con la que residían en la Carihuela de Torremolinos. El supuesto asesino le asestó catorce puñaladas aquella mañana cuando ella se preparaba para ir a trabajar. Luego huyó del lugar. Estuvo seis horas desaparecido. La Policía lo buscó, rastreó mostrando su foto a los vecinos y esta imagen corrió por las redes sociales como la pólvora.
Una amiga de la familia de Sibora, sorprendida por quién era el asesino, mandó la imagen a Italia. El Juzgado de Instrucción 3 de Torremolinos reabrió el caso de Sibora nueve años después. Además, el asesino confesó. No la ratificó, pero sus palabras parecían sinceras cuando dijo que aquel día, tras una discusión «se pasó» con la que era su pareja. Luego dijo donde ocultó los restos mortales.
Tras varios intentos de hallarla, este martes por la tarde, la Policía la encontró. Marco, como se llama el supuesto asesino, tiene ahora que responder por dos asesinatos. Uno el pasado 17 de mayo, el otro hace nueve años. En ambos casos, las mujeres tenían la intención de dejarlo cuando las mató.
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