El Kanka: «En este tiempo de enfrentamientos, la comunión que se genera en un escenario es insuperable»

No es para menos. Durante el confinamiento por el Covid-19, el cantautor malagueño, residente en Madrid desde hace ya más de quince años, llegó a publicar un tema diario durante 50 días seguidos en sus redes.

Y la desescalada se la pasó cantando en directo como si no hubiera un mañana. «No fuera que nos volvieran a encerrar». 35 conciertos en poco más de dos meses para hacer un total de 90 bolos en pandemia. No pudo parar ni cuando murió su padre. «Hay compañeros que me han llegado a decir que les ha venido bien que me quitara de en medio un poco, que ya estaba colapsando el mercado de los conciertos», ríe.

Así que decidió detener su vertiginoso reloj. Y no se arrepiente. Durante este «apagón» ha preparado su disco 'Cosas de los vivientes' en Barcelona, ha ido perfilando su gira del año próximo y ha compuesto por demás.

Pero, con otro ritmo, ha podido coger después de una década sin hacerlo unas vacaciones playeras, en Málaga y Cádiz, ha perfeccionado los arroces que cocina y ha tenido la oportunidad «hasta de aburrirme. Y eso es muy bueno, oye». También, por cierto, se le ha quemado su casa. Un gran susto que sólo quedó en daños materiales pero que le ha obligado a pasar un tiempo viendo dónde se mudaba con su pareja.

El parón ha sido fructífero. 'Cosas de los vivientes' llega después de cuatro años sin disco nuevo («es mi récord») y asegura que no defraudará a sus fieles. A él, desde luego, le gusta. Lo deja bien claro en su Málaga natal, donde se cita con ABC. «Uno siempre está más contento con lo último que ha hecho; sería muy triste lo contrario».

Y define un repertorio de canciones seleccionadas de una treintena de temas «amable de escuchar y donde hay un poquito de todo». Con una producción que nunca había probado: montar los temas desde el principio con su banda. Juan Rubio 'Manin', Álvaro Ruiz, José Benítez, Pedro Campos y Carlos Manzanares 'Avatar').

«Es mucho más orgánico, y se parece casi lo que hacía con mi primera banda en Málaga, Doctor Desastre, no para grabar, que entonces no podíamos, sino para los conciertos». Un proceso más natural, define, que a veces se pierde y que hace que el disco suene «a nosotros, mucho más natural».

En marzo iniciará su gira. Y se ve que le apetece. «En estos tiempos con tanto enfrentamiento, la comunión que se genera con el público desde un escenario es incomparable», asegura. Porque el Kanka, que se define en 'Autorretrato' (la primera canción de su disco que ha lanzado), como un «neurótico», con «la mente en las nubes y este miedo a morir», confiesa que le agobia poner la tele y enterarse de los derroteros por los que va el mundo.

«Será que me hago mayor (cumple estos días 40 años) pero creo que nos estamos deshumanizando de manera incontrolable». «No me extraña que sea ahora cuando más trastornos mentales y de ansiedad se producen».

De todo eso tiene claro que quiere desquitarse sobre las tablas. «En el escenario volvemos a ser humanos. Allí estoy comunicándome de verdad». Con sus nuevas y viejas canciones. A partir del 4 de marzo en Murcia y hasta el 6 de mayo en el Palau de la Música de Barcelona tiene de momento comprometidas 14 actuaciones. El 25 de marzo en el Wizink Center de Madrid y los días 15 y 16 de abril en el teatro Cervantes de Málaga, doblete para el que ya están volando las entradas.