El jeque del Málaga se libra de la detención y declara a la juez que es inocente de cargar los gastos millonarios de la familia al club

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía informa que los cuatro investigados se acogieron a su derecho a no declarar y que sólo respondieron a las preguntas planteadas por su defensa. La declaración se inició a las 11.00 horas con la presencia del fiscal de Relaciones Internacionales en Doha y la asistencia de traductores del idioma árabe al español.

Primero han declarado los hijos y el último el jeque. Todos han tenido mantenido los mismo argumentos. No están conformes con las imputaciones, han negado haber tenido intención de quedarse con bienes del club y han coincidido en que actuaron siguiendo lo que determinaban los asesores legales y el departamento de contabilidad. Han insistido en su inocencia ante la magistrada.

Tras la declaración, los investigados se comprometieron a recibir las futuras notificaciones judiciales a través de correo electrónico con acuse de recibo, lo que evitará la obligación de realizar este mecanismo mediante comisiones rogatorias y dará agilidad al proceso judicial que lleva a cabo el juzgado instructor. Uno de los problemas de este caso han sido las demoras causadas por los problemas de comunicación con esta familia.

Al haberse producido con éxito esta diligencia, el juzgado ha paralizado por el momento el proceso de tramitación de una posible orden de busca y captura de los investigados. Algo que pidió la Fiscalía de Málaga la semana pasada, cuando no se presentaron a la declaración que estaba prevista para cerrar la instrucción del caso. Ahora ya sí se cierra y la causa, con los escritos de acusación y defensa de las partes, será remitida al Juzgado de lo Penal que se haga cargo del caso.

Será este el que tenga de dirimir si los Al-Thani se quedaron con dinero del club, como sostiene la querella que presentó a finales de 2019 la Asociación de Pequeños Accionistas. En esta denuncia se exponía que el jeque y sus hijos habrían sacado créditos por valor de 4,3 millones de euros, que nunca devolvieron.

Además de esto, contabilizaban cobros por la asistencia al consejo de administración por valor de 1,44 millones. Fondos a los que sumaron una serie de gastos millonarios de la familia en la Costa del Sol, como eran alquileres de inmuebles, vehículos de alta gama o viajes sin aparente justificación laboral. Todo a cargo de las arcas del Málaga Club de Fútbol, que el jeque compró por 36 millones euros en 2010.

En esta causa se investigan las actividades supuestamente «fraudulentas» y desarrolladas «en perjuicio evidente de la sociedad deportiva», a través de acciones como presuntos traspasos de efectivo y líquido entre sociedades pertenecientes a la familia Al-Thani. Esto habría implicado una utilización, supuestamente, «indebida» de fondos societarios para actividades privadas de los consejeros, que no eran otros que los Al-Thani.

En el procedimiento se ha analizado documentación que apuntan a decisiones de la familia Al-Thani «exclusivamente en su propio interés» y préstamos supuestamente destinados al pago «de actividades privadas». Todo realizado, según la acusación, pese al tener conocimiento de «la dificilísima situación económica» del club, que arrastraba una deuda de 100 millones de euros después de temporada en la que llegó a jugar la Champions League.